El presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz del Vaticano, Renato Raffaele Martino, urgió hoy 'acelerar el día' en el cual la pena de muerte sea 'definitivamente cancelada de la faz de la Tierra'.
La pena capital 'es un instrumento que, cada vez más, revela no sólo su contrariedad a los grandes valores cristianos que sostienen los derechos universales del hombre, sino también su total ineficacia', estableció.
Martino se pronunció al respecto en un mensaje de saludo a los participantes en el congreso internacional 'De la moratoria a la abolición de la pena de muerte', organizado en Roma por la Comunidad de San Egidio, asociación católica empeñada en combatir las ejecuciones.
El mensaje de Martino recordó que la Iglesia católica 'siempre ha estado de parte de la vida' y sostuvo la necesidad de 'defender en todo momento' ese valor, incluso a quienes son asesinados conscientemente.
'La sentencia no puede ser redentora, no se puede privar al hombre de la posibilidad de rescatarse', apuntó.
Por otra parte, Agostino Marchetto, secretario del Pontificio Consejo para los Migrantes e Itinerantes, aseguró que El Vaticano mira con 'extremo favor' y 'gran esperanza' la movilización internacional para quitar de todas las legislaciones la pena de muerte.
Reconoció la 'complejidad' de un proceso de tal envergadura en el cual destacó la resolución adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas a favor de una 'moratoria universal' a las ejecuciones en diciembre de 2007.
'Se trató de una cambio radical y de una ocasión extraordinariamente oportuna ofrecida a todos los gobierno, incluso los que manifiestan dificultad y resistencias a la eliminación total de esta pena', afirmó.
Religión Digital
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