RD/Efe).-La jerarquía de la Iglesia anglicana ha criticado en términos muy duros a quienes especulan en Bolsa y ha puesto en tela de juicio su valor para el conjunto de la sociedad.Tanto el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, primado de la comunión anglicana, como el segundo en la jerarquía, el arzobispo de York, John Sentamu, han condenado esas prácticas insolidarias.
En un artículo que se publica mañana en la revista conservadora The Spectator, Williams critica a quienes compran y venden deuda sólo para beneficio propio sin pensar en el resto de la sociedad.
En un artículo que se publica mañana en la revista conservadora The Spectator, Williams critica a quienes compran y venden deuda sólo para beneficio propio sin pensar en el resto de la sociedad.
Williams ataca el 'capitalismo desenfrenado' y justifica las críticas que le dirigió en su día Carlos Marx.
Según el primado anglicano, el sistema capitalista se ha convertido, como previó Marx, en una 'una especie de mitología' en la que las personas invierten su fe en la falsa creencia de que funciona para el bien de todos.
Williams pide a las autoridades que prohíban las prácticas conocidas en inglés como 'short selling': la toma en empréstito de acciones para su venta inmediata y posterior recompra a lo que se espera sea un precio más bajo para devolverla al propietario original y quedarse con el beneficio.
'No tiene sentido fingir que el mundo financiero puede mantener indefinidamente la desregulación y falta de escrutinio a los que se ha visto acostumbrado últimamente', predice el arzobispo.
Williams admite la necesidad y el deseo del espíritu de empresa, pero señala que no es la única forma de crear riqueza y denuncia que la fe ciega en ese sistema es una variante del 'fundamentalismo'.
Por su parte, el arzobispo de York, John Sentamu, dijo el miércoles en una reunión de banqueros que el sistema de mercado se asemeja cada vez más a 'Alicia en el país de las Maravillas'.
Sentamu, un prelado de origen africano, comparó además desfavorablemente los esfuerzos que está haciendo el Gobierno de Washington para rescatar a los bancos en dificultades con lo poco que hace en cambio para reducir la pobreza en el mundo.
Desde la compra por Lloyds TSB, la semana pasada, del Halifax Bank of Scotland (HBOS), que había visto sus acciones derrumbarse, muchos han criticado a los 'traders' (corredores de bolsa) de la City de Londres que apostaron por la caída con la esperanza de beneficiarse.
El organismo regulador del sistema financiero británico ha prohibido mientras tanto temporalmente esas prácticas.
'Para un simple espectador como es mi caso, quienes ganaron 190 millones de libras vendiendo a precio de saldo las acciones de HBOS a pesar de su fuerte base de capital y lo arrojaron a brazos del Lloyds TSB son claramente ladrones de banco', criticó el arzobispo.
Sentamu se refirió al fondo de 700.000 millones de dólares propuesto por el Gobierno estadounidense para nacionalizar buena parte de la deuda de difícil cobro que tienen los bancos y otras instituciones financiera y dijo que a su lado parecen nimios los 5.000 millones que podría costar la lucha contra la pobreza.
'Los dirigentes mundiales son capaces de recaudar 140 veces esa cantidad en una sola semana. ¿Cómo se atreven a decirnos que las medidas para acabar con los pobres cuestan demasiado?', denunció el arzobispo de York.
Este jueves, los líderes mundiales se reúnen en Nueva York para analizar precisamente el progreso hecho en el camino para la consecución de los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio, fijados por las Naciones Unidas, entre los que están la lucha contra la pobreza y el sida, y la educación primaria para todos.
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