Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: "¡Oh, si tú también conocieses, por lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre tí, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de tí, y no dejarán en tí piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de la visitación de Dios".
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
No forzabas la mano de tu pueblo, Señor. Les dabas su oportunidad, y llorabas cuando eran demasiado ciegos para tomarla. En la misma forma, en mi vida no me presionas para que practique la bondad: tengo la libertad de aprovechar mis oportunidades, o dejarlas pasar.
No comments:
Post a Comment