Lucas 6:1-5
Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les preguntaron: "¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?" Jesús les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros." Y añadió: "El Hijo del hombre es señor del Sábado."
Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les preguntaron: "¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?" Jesús les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros." Y añadió: "El Hijo del hombre es señor del Sábado."
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
El eslabón entre la Fe y la necesidad humana se muestra en este incidente.
La religión y la humanidad están intrínsicamente ligados.
El hambre por el alimento diario es tomada muy en serio por Jesús, quien la prioriza frente a las leyes religiosas.
Este incidente nos trae a la memoria la realidad de la hambruna de millones en el mundo.
¿Podemos asegurar que el pan nuestro de cada día es compartido más equitativamente entre los amados de Dios?
Espacio Sagrado
No comments:
Post a Comment