Analizando la estadía y participación de los chilenos en este VI Encuentro Mundial de las Familias, el Padre Burzawa saca cuentas alegres de la que calificó de “excelente participación de una de las delegaciones más presente” a lo largo de esta fiesta mundial de las familias.“Tuvimos una participación llena de entusiasmo que marcó presencia desde el primer día que llegamos. La gente se sacaba fotos con nosotros y la bandera chilena”, agregó.
El sacerdote también señaló que se marcó presencia con los contactos que se hicieron “tanto con las demás delegaciones con las que compartimos dentro de la casa de retiro donde alojamos durante esos días, así como también con instituciones y fundaciones de varios países”.
Otro punto que dejó contento al Vicario para la Familia, fue la labor de pastoral familiar que se realiza dentro de la Arquidiócesis. “Nuestra labor está muy bien avanzada. Estamos trabajando temas que en otros países ni siquiera han pensado todavía como son el acompañamiento a los pololos, a los separados, a las mujeres que han abortado, etc.”.
La ocasión también sirvió para comparar las políticas públicas que los distintos gobiernos han implementado en sus respectivos países. “Muchas naciones no tienen políticas públicas a favor de las familias, y eso es algo casi general cuando hablamos del continente americano. Eso es en lo que se podría mejorar muchísimo”, puntualizó el Padre Burzawa.
La “esperanza” como fruto del encuentro
Al concluir cada Encuentro Mundial de las Familias, analizando la labor que se desempeñó, siempre aflora un lineamiento central que guía el trabajo a realizar en bien de las familias.A juicio del Vicario para la Familia, el lineamiento que dejó este encuentro fue la esperanza. “Este encuentro es un signo de esperanza, porque la gente estaba convencida de los valores familiares que guían la lucha en bien de las familias dentro del continente, pese a las condiciones difíciles en las cuales se trabaja. Eso hace que te animes a seguir con la labor que realizas”, indicó el sacerdote.
La esperanza, de la que habla el Padre Burzawa, no sólo la sintió reflejada en la labor pastoral de los laicos presentes, sino que también en el trabajo que realizan los pastores en bien de las familias del mundo.
“Escuchar, nuevamente, la voz de los pastores, la voz del Santo Padre vía satélite, la voz de los Cardenales que nos animan, que nos indican el camino por el cual debemos seguir, eso también es algo que nos da fuerzas para seguir adelante”, enfatizó.
Mensaje a las familias
Analizando el mensaje que este encuentro dejó, el Vicario para la Familia destaca dos facetas: “la primera es un poco negativa, porque advierte a las familias del mundo de los problemas a los cuales se enfrentan; pero la segunda faceta es mucho más positiva, ya que hace una invitación a las familias a que sean protagonistas, a pesar de estas amenazas, en el trabajo por el Reino de Dios y a que las familias cristianas sigan siendo signo de esperanza para otras familias”.
Es por ello que resaltó a la familia cristiana como verdadera Iglesia Doméstica, capaz “de transformar la imagen de este mundo”.
“La familia que acepta el mensaje evangelizador, se transforma en Iglesia Doméstica, comunidad de personas, escuela de amor y santuario de vida; como consecuencia de ser una familia evangelizada, pasa a ser una familia evangelizadora, que no sólo se limita a recibir sino que también quiere dar, cumpliendo así con el doble encargo: ser discípula y misionera del Señor”, concluyó.
Reflexionar sobre la labor a favor de la familia
Dentro del grupo de chilenos que viajaron a tierras aztecas para participar en el VI Encuentro Mundial de las Familias iban matrimonios que realizan una destacada labor pastoral en bien de las familias dentro de sus respectivas diócesis, zonas, parroquias y comunidades.Tal es el caso del matrimonio compuesto por Mónica Undurraga y José Manuel Borgoño, quienes son Coordinadores de Pastoral Familiar de la Zona Cordillera.
Para estos esposos el ser parte de la delegación oficial de chilenos que compartió con otras familias la experiencia de trabajar a favor de las familias, fue algo que los llena de alegría pero también de responsabilidad, ya que les queda como misión difundir lo aprendido en Ciudad de México con el resto de su comunidad.
“Para nosotros viajar a este encuentro nos permitió reflexionar sobre las cosas que se están haciendo a favor de las familias y conocer cómo se les está apoyando en otras partes del mundo, porque las familias -en general- están muy solas”, contó Mónica Undurraga, mientras que para su esposo se trató de “una muy bonita experiencia de Iglesia, ya que nos permitió juntarnos como Iglesia en un tema que es tan importante como la familia”.
De igual manera piensan Isabel Ávila y Juan Carlos Mardones, matrimonio de la Pastoral Familiar de la Parroquia Nuestra Señora de La Estampa, de Independencia.
“Lo que nos motivó a ir a México fueron las ganas de trabajar para seguir fortaleciendo a la familia, acompañándola a lo largo de su vida”, agregó Isabel.
La experiencia adquirida también les sirvió -a ambas parejas- para analizar la labor de la pastoral familiar que se realiza en nuestro país y compararla con la de otras naciones.
“En términos de ideales, estamos muy bien encaminados. Aquí tenemos bastantes cosas con las cuáles podemos trabajar; lo que nos falta es aterrizar más nuestros conocimientos”, señaló la Coordinadora de Pastoral Familiar de la Zona Cordillera, mientras que para Juan Carlos Mardones “nuestra pastoral está al mismo nivel de otras, ya que -durante el encuentro- comparamos la labor de acompañamiento que realizamos con la de otros países y nos dimos cuenta que vamos bien encaminados”.
Compartir
Una de las cosas que se rescató del VI Encuentro Mundial de las Familias fue la oportunidad única de compartir con otras personas que también orientan su labor pastoral en bien de las familias.
“Para mí fue una riqueza maravillosa el poder compartir con gente de muchas partes distintas y que están trabajando -al igual que uno- en bien de las familias”, indicó Mónica Undurraga.
El compartir fue la misma respuesta que entregó Isabel Ávila cuando se le consultó sobre qué es lo que más rescata del encuentro. “El compartir con otras personas que trabajan en lo mismo que nosotros acá en Chile fue una de las experiencias más ricas, ya que pudimos conversar con mucha gente para comparar y transmitir nuestra labor evangelizadora en bien de las familia”, señaló.
Fuente: www.vicariaparalafamilia.cl
Santiago, 27/01/2009
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