Regla "anti-blasfemia" en el Calcio italiano
La norma entra en vigor este sábado
El responsable de la oficina Iglesia y Deporte del Vaticano, Kevin Lixey, se mostró favorable a la norma que pena, con expulsión directa, a los jugadores que pronuncien blasfemias en los juegos de primera división del futbol italiano.
En entrevista explicó que la Iglesia católica busca que existan "buenos modales" en el campo de juego, respeto por los demás y una actitud favorable hacia el deporte, que a final de cuentas es una recreación, aunque para muchos es un negocio.
"Para las jóvenes generaciones es importante que estos ídolos, los jugadores, tengan una gran conciencia de la responsabilidad de vivir un juego limpio en todas sus acciones, con disciplina en el campo", afirmó.
"Por ello -agregó -estamos siempre tratando de promover los valores desde la gran red que tiene la Iglesia, desde las parroquias y los oratorios donde se practica el deporte".
Con estas palabras el funcionario vaticano comentó la decisión del director del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), Giovanni Petrucci, de pedir a los clubes de la Serie A y B del Calcio que exijan a sus deportistas cumplir la regla "anti-blasfemias".
Con estas palabras el funcionario vaticano comentó la decisión del director del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), Giovanni Petrucci, de pedir a los clubes de la Serie A y B del Calcio que exijan a sus deportistas cumplir la regla "anti-blasfemias".
La medida esta en vigor desde el año 2000 pero se quiere retomar a partir del próximo 27 de febrero, establece que quien "tome el nombre de Dios en vano" será penado con la tarjeta roja directa.
Al respecto, también en entrevista, el presidente del Centro Deportivo Italiano (CSI por sus siglas en italiano), Massimo Achini, afirmó que el futbol italiano ha ofrecido, a sí mismo y al mundo, "un testimonio verdaderamente feísimo" con las blasfemias de los jugadores.
El CSI es el organizador oficial de la Clericus Cup, el "mundialito" de futbol exclusivo para religiosos y sacerdotes que se juega en Roma con el aval del Vaticano y que, este año, lleva por lema: "un campeonato sin blasfemias".
"La Clericus tiene un certificado de garantía, estamos ciertos que será mundial sin blasfemias, pero el problema va mucho más allá de esto, los jugadores profesionales deben recordar que son modelos para los jóvenes y esta responsabilidad deben vivirla hasta el fondo", dijo.
"Al deporte -añadió -no se puede quitar la competición, el problema son los valores, nosotros debemos dar un ejemplo a los jóvenes de que se puede vivir una vida en sentido competitivo, con gran empeño, pasión y determinación, sin insultar, sin blasfemar".
(RD/Agencias)
(RD/Agencias)
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