En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que se lo pidáis. Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno." Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas."
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Jesús nos entrega el modelo de una oración en el PadreNuestro. Ruego por los que me lo enseñaron y por los que me ayudaron a comprenderlo.
Tomo esta oración con las palabras que son tan familiares, y ruego que la forma que tiene Dios para ver y para ser, sean evidentes en mí.
No comments:
Post a Comment