La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y ONG Raíces, iniciarán el 27 de septiembre en el Museo Nacional de Bellas Artes, una Campaña de Sensibilización contra la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA), bajo el lema: “No hay excusas. El comercio sexual con personas menores de 18 años es un crimen”
El propósito es generar en la ciudadanía, una actitud consciente respecto a la extrema vulneración de derechos que sufre el niño, niña o adolescente que padece este tipo de explotación y llamar la atención a una sociedad que la tolera y naturaliza.
La idea, es incentivar para que distintos actores sociales trabajen en la prevención y generación de reflexión frente a este problema. Instituciones gubernamentales, empresarios, artistas, creadores, estudiantes universitarios, académicos, periodistas, organizaciones sociales han sido convocados para unirse a la difusión de esta causa. Y es en este marco que la Vicaría de la Esperanza joven, se ha sumado a esta iniciativa
El lanzamiento, que se iniciará a las 20 horas con un monólogo de 3 minutos, será un acto creativo donde estarán presentes todas aquellas personas e instituciones que adhieren a la causa. Apoyan la iniciativa actores como Daniel Muñoz, Andrés Velasco, Francisco Melo, Claudia Pérez, Sigrid Alegría, Francisca Imboden, Claudio Arredondo, Kattyna Huberman, Álvaro Rudplphy, entre otros.
La Cruda Realidad
De edades que oscilan entre los 8 y 18 años, más de 3.700 niños/as y adolescentes en nuestro país son víctimas de la ESCNNA desde una situación de grave carencia, tanto material como afectiva, profundamente dañados por un agudo desamor.
Pese a que graves hechos noticiosos (Red Paidos, Spiniak, entre otros) sacaron a la luz pública la aberrante presencia de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescente en el país, la sociedad chilena en su conjunto no parece asumir su responsabilidad frente al tema. Precisamente, trizar esta tolerancia es lo que se propone esta iniciativa.
El intercambio material que implica la conocida, incorrectamente, como “prostitución infantil”, lleva a que con facilidad se responsabilice al niño o niña de este suceso, culpándose de una conducta a quien es víctima de ella. Hablamos de Explotación Sexual Comercial precisamente para dejar en evidencia que se trata de una forma extrema de violencia y abuso de poder por parte de adultos que emplean a niños como un objeto de compra y venta, mercantilizando sus cuerpos por medio de la coerción, rapto, engaño, seducción u otros.
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