Un sábado Jesús fue a comer a la casa de uno de los fariseos más importantes, y ellos lo observaban.
Jesús notó que los invitados trataban de ocupar los puestos de honor, por lo que les dio esta lección: «Cuando alguien te invite a un banquete de bodas, no escojas el mejor lugar. Puede ocurrir que haya sido invitado otro más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga y te diga: Deja tu lugar a esta persona. Y con gran vergüenza tendrás que ir a ocupar el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ponte en el último lugar y así, cuando llegue el que te invitó, te dirá: Amigo, ven más arriba. Esto será un gran honor para ti ante los demás invitados. Porque el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado».
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Las celebridades nos entregan entretención; pero debemos ser cuidadosos para no exagerar la importancia que tienen. ¿Alguna vez les envidio la alfombra roja y las luces que los enfocan? Ser humides no significa humillarse, sino que ser auténticos y servir a los demás.
De Espacio Sagrado
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