El papa Benedicto XVI llamó el domingo a los creyentes a que no olviden las guerras que asuelan a algunos países africanos, y exhortó a los políticos a acabar las luchas en Somalia y Burundi, así como a poner fin a la "tragedia interminable" en Darfur.
Durante su tradicional bendición dominical, el Papa expresó su "sufrimiento y fuerte preocupación" por las noticias de violencia reciente en Africa.
Hablando ante una multitud congregada en la Plaza de San Pedro, el pontífice le pidió a los fieles "que no olviden estos eventos trágicos".
Benedicto deploró la "dramática situación humanitaria" de la población de Somalia, particularmente en su capital Mogadiscio, donde fuerzas insurgentes han estado combatiendo contra fuerzas gubernamentales respaldadas por tropas etíopes.
Benedicto se enfocó luego a la región de Darfur, en Sudán, donde dijo que un conflicto enconado "sigue siendo una tragedia interminable para centenares de miles de personas indefensas y abandonadas".
El gobierno sudanés ha sido acusado de patrocinar una milicia de nómadas árabes para que cometan atrocidades contra las comunidades africanas étnicas de Darfur, en la lucha contra grupos rebeldes. Las Naciones Unidas estiman que más de 200.000 personas han muerto y que aproximadamente 2,5 millones han sido desplazadas por el conflicto.
El Papa también apeló al diálogo y la conciliación en Burundi, "ante el riesgo de una nueva guerra civil". Por lo menos 17 personas murieron asesinadas este mes por ataques contra la capital Bujumbura y fuerzas gubernamentales chocaron con rebeldes.
Benedicto llamó a los políticos locales y a la comunidad internacional para que hagan esfuerzos "para acabar la violencia y respetar los acuerdos a fin de construir fundaciones sólidas para la paz y el desarrollo".
En otro momento el domingo, el papa Benedicto XVI encabezó una ceremonia en la que ordenó a 29 nuevos sacerdotes en la Basílica de San Pedro en El Vaticano.
Religión Digital
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