Una gran iglesia hinchable, negra y fucsia sobre la arena: es lo que han encontrado los jóvenes de Campomarino en Italia bajando a la playa para ver la lluvia de estrellas en la noche de San Lorenzo. La iniciativa, lanzada por la pastoral juvenil de la diócesis de Termoli-Larino, es parte del proyecto
“ Los centinelas de la mañana”, nacidos en Verona.“Los centinelas de la mañana nacen de la mente, del corazón, del genio de Juan Pablo II que en 2000 durante la Jornada Mundial de la Juventud en Tor Vergata llamó“centinelas de la mañana” a dos millones de jóvenes en representación de los jóvenes de todo el mundo” .
“Hemos pensado despertar el bautismo que hay en el corazón de tantos jóvenes que quieren evangelizar pero no saben como hacerlo y por esto ha nacido este proyecto que se centra en esto, que los jóvenes son los primeros evangelizadores de sus coetáneos”.
¿Por qué una iglesia en la playa?
“En la playa porque Jesús predicaba en la playa. Así que hemos pensado llegar a los jóvenes allí donde están”.
“Los jóvenes que están alejados de la iglesia están muy contentos de que un coetáneo suyo esté disponible para hablar de su propia fe. Quizá están contra la Iglesia, contra los curas, pero de cualquier modo están disponibles para hablar: están en búsqueda”.
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