¡Qué imprevisible e incomprensible
es una vida humana!
De año en año,
día tras día,
te mueves entre hombres y cosas.
A veces brilla el sol,
aunque no sepas el porque.
Estás contento.
Ves el lado bello y buebo de la vida.
Ríes, das las gracias, bailas.
Tu trabajo va bien.
Todos son amables contigo.
¿Quizás has dormido bien?
¿Quizás has encontrado a un amigo
que te ha dado seguridad?
Quisieras que estos momentos de paz
y profunda alegría no terminaran nunca.
Pero..., de golpe
todo ha cambiado.
¡Es como si un sol demasiado fuerte
atrajera a las nubes!
Estas lleno
de una especie de tristeza
que no sabes explicar
Lo ves todo negro.
Estás convencido
de que no importas a los demás.
Por cualquier bobada te lamentas,
te vuelves gruñón
celoso y ofensivo.
Piensas que será siempre así
y que este mal humor nunca cambiará.
Y, de nuevo
no conoces el porque.
¿Quizá estás cansado?
No lo sabes.
¿Por qué ha de ser así?
Porque el hombre
es una migaja de "naturaleza".
Con días de primavera
y días de otoño,
con el calor del verano
y el frío del invierno.
Porque el hombre sigue el ritmo del mar:
marea alta, marea baja.
Porque nuestra existencia
es un continuo alternarse
entre "vivir" y "morir".
Phil Bosmans
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