Friday, August 29, 2008

Meditando con los santos y beatos del día: S. JUAN BAUTISTA: DEGOLLACIÓN



Hoy, 29 de Agosto, la Iglesia conmemora el martirio de SAN JUAN BAUTISTA, ocurrido en el siglo primero en la fortaleza de Maqueronte, cerca del Mar Muerto, en Palestina. San Juan, nacido 6 meses antes del nacimiento de Cristo en Ain-karim, cerca de Jerusalén, fue el profeta precursor de su venida. El hombre de quién dijo Jesús: "Entre los nacidos de mujer no hay nadie más grande que Juan". La Iglesia, desde el siglo IV celebra en esta fecha la fiesta de su martirio y, en Roma, desde el siglo VI, con el nombre de la degollación de San Juan Bautista. Su cabeza habría sido trasladada a la Iglesia de San Silvestre, en el Campo Marcio, en Roma. Es patrono de muchas ciudades e instituciones. Unidos, pues, a todas ellas y a los que pierden su vida por amor a Cristo, brindemos nuestro vivo aplauso a San Juan Bautista.


Meditación

Querido Juan: recordar tu vida, es ver al hombre enviado por Dios para ser voz que gritará en el desierto: "Preparen los caminos del Señor!" El increíble relato de tu muerte nos ha llegado gracias a tus discípulos, entre ellos Juan y Andrés. Herodes Agripa se había retirado de vacaciones a la fortaleza de Maqueronte donde cierto día, había invitado a un gran banquete a sus amigos. En él danzó extraordinariamente, Salomé, la hija de Herodias, concubina de Herodes. Este, emocionado por el baile y el licor de la fiesta, ofreció a Salomé darle en recompensa lo que le pidiera. Ella, aconsejada por su madre, se acercó a Herodes y le pidió tu cabeza. En ese momento, tu estabas en la prisión. Y la orden se ejecutó, aun a pesar del mismo Herodes, porque te estimaba. Y éste fue tu final de profeta. Una muerte que se seguirá repitiendo, de una u otra forma en los profetas de todos los tiempos. San Juan Bautista, te recordaremos siempre por tu constancia y fidelidad en anunciar la venida del Señor y en denunciar todo aquello que la impedía. Por ser consecuente con este anuncio y denuncia, escribes tu último sermón, con tu propia sangre, en la fortaleza de Maqueronte.
Radio Vaticano

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