La Palabra de Dios
Lucas 8:16-18
En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: "Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener".
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Todo lo que se dice aquí concierne al papel de los discípulos. No puede haber un discipulado anónimo. Los evangelios nos llaman a vivir en la luz y la verdad, sin importar el costo. “Discípulos secretos son una contradicción en los términos, porque o bien el secreto mata al discipulado o el discipulado mata al secreto”.
San Francisco de Asís le decía a sus monjes que recorrieran los pueblos y predicaran el Evangelio, a veces con palabras, pero más a menudo con el ejemplo de sus vidas.
Señor, ser cristiano hoy en día es un desafío. En tiempos de lucha estoy tentado de ocultar mi luz, para permanecer anónimo, para estar en silencio por vergüenza. Señor, cuando la llama de mi lámpara tiemble y se desvanezca, fortalece su brillo y déjame que nuevamente sea un portador de luz, un guía de esperanza para todos aquellos con que me encuentro diariamente.
Conversación
Sin olvidar que sigo en la Presencia de Dios, imagino a Jesús mismo, de pie o sentado a mi lado, le digo todo lo que está en mi mente, y en mi corazón, tal como se le habla al mejor amigo.
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