Sunday, September 30, 2012

Reflexión de José María Maruri S.J. LA ZANCADILLA




LA ZANCADILLA

Por José María Maruri, SJ

1.- Está tan de moda eso de ponerle a uno la zancadilla que casi se ha hecho regla normal de la vida de negocios y trabajo. Pues el evangelio de hoy es el evangelio de la zancadilla…Poner la zancadilla, porque escándalo significa precisamente eso: tratar de tirar a uno al suelo poniéndole algún impedimento en su camino.

Nadie se atreve a decir en voz alta lo que todos pensamos: que en España hay una velada –y no tan velada—persecución religiosa. A veces es claramente política, las más es sociológica. Pero si admitimos esto donde va nuestra flamante y querida democracia. Bueno pues no le llamemos persecución que suena a la guerra civil…vamos a llamarlo zancadillas.

--Zancadillas en la educación religiosa, dificultándola en todo lo que se pueda, porque, en realidad, no interesa que la juventud tenga principios morales firmes.

--Zancadillas con las leyes del aborto –la de antes o la que se espera ahora—por las que se pone a la libre disposición de una madre la vida de su hijo…Sin caer en la cuenta que luego de un saltito lleguemos a la ley de eutanasia, el hijo que se haya salvado de la sentencia de muerte dictada por su madre será el que dicte sentencia de muerte para la madre. Todo muy romántico, poético y sobre todo democrático

Persecución no, por Dios, zancadillas todas las que se quieran

Estas son las primeras zancadillas de las que habla Jesús y su terrible sentencia inapelable y que se cumplirá porque no es democrática sino absolutista, pues depende de un solo Dios. Y hace temblar. 
Pues que algunos vayan aprendiendo a nadar porque va a ser Dios mismo el que los arroje con piedra al cuello y todo.


2.- Pero el Señor habla de otras zancadillas, de las que vienen de dentro, de dentro de cada uno de nosotros y de entre nosotros hacia fuera. Aquello de cortar o sacar cosas tan queridas como una mano, un pie o un ojo, hace sin duda referencia a la radicalidad de nuestra fe, de una fe puesta en peligro, una fe a punto de caer por una zancadilla

Lo que empuja para hacer caer puede ser la tentación de una mordida, de la corrupción, del vicio de la adicción al alcohol o a la droga, un afecto fuertemente agarrado al corazón hacia un hombre o una mujer perdida.

Córtalo, arráncalo, porque no es digno del Reino de Dios el que pone la mano en el arado y vuelve la mirada atrás… Que no es fácil, que es doloroso, que habrá que hacer sufrir a alguien, sí…No se arranca la mano, el pie o el ojo sin dolor, si nos compadecemos de la gangrena y no cortamos a tiempo dispongámonos a perder la vida.


3.- Esta es la primera piedra de molino que nos ponemos cada uno al cuello. Pero hay otras muchas piedras de molino que nos servirían para engarzar un largo collar alrededor de nuestro cuello.

--Cuando alardeando de fe no somos mejores que los que no la tienen y tal vez nos miran anhelando una luz que guíe su paso y no encuentran más que tiniebla.

--Cuando en un mundo lleno de gravísimos problemas non enzarzamos en pequeñeces como que si comulgar en la mano o en la boca, que si los jesuitas, que si el Opus, que si los obispos, que si los curas vascos, que si los catalanes, con tanto ping-pong el que se estará frotando las manos el pobre diablo.

--Cuando marido o mujer es rémora para que el otro cumpla con sus deberes religiosos y, cuánto más, cuando no son los padres los que dan ejemplo de religiosidad a los hijos pequeños-
Señores y señoras, tomemos clases de buceo porque me veo en el mar bajo un buen montón de piedras de molino.

Se me olvidaba. Hay otro escándalo mucho mayor y es el que ya no nos escandalizamos de nada. Todo nos da igual. Nos quedamos inactivos ante los desfalcos de los bancos, la corrupción de los gobiernos, los mendigos tirados en las calles sin que los ayuntamientos hagan nada por ellos, los gamberros que rompen cristales o queman coches, los traficantes de drogas a la vista de todos, la indefensión callejera. Ya no nos conmueve nada, ¿nos habremos convertido en piedras de molino, frías, inconmovibles?

Betania

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