Siete fueron las cofradías de bailes originarios que acudieron al llamado del Niño Emmanuel. Todas ellas provenientes de poblados tan lejanos como Parca, Mamiña, Huaviña, Tarapacá, Laonzana, Chiapa y Sibaya.
En la oportunidad el obispo dijo “han venido desde sus pueblos hasta este santuario para venerar al Niño Dios”, y destacó la importancia de ser fraternos los unos con los otros y a estar en unidad como un solo pueblo.
Entrada de la Fiesta
Como es tradición en los pueblos andinos, los bailes de pastores solicitaron permiso al Señor ante la imagen del Cristo de la Cruz del Calvario, para iniciar su danza peregrina hacia el santuario, donde saludaron la sagrada familia.
Uno a uno fueron presentándose en el Templo las distintas cofradías, mientras que la comunidad de Chiapa fue la encargada de representar a los cientos de pastores durante una muy concurrida eucaristía de vísperas presidida por el sacerdote capellán del Santuario, padre Carlos Inarejo, donde los fieles presentaron ofrendas y cánticos tradicionales de nuestros pueblos originarios.
“Tal como los pastores confiaron en el anuncio y siguieron la estrella hasta el lugar del nacimiento del Niño Dios, así mismo debemos confiar, confiar en nuestro pueblo, en las chacras y en el templo. Y por sobre todo, fomentar la unión con nuestros hermanos, unión basada en el amor fraterno, la Fe y la caridad”, manifestó el capellán Inarejo.
Cada año se hace más concurrida esta fiesta, la que durante este enero 2009, congregó a cientos de peregrinos que llegaron hasta el Santuario para visitar al Mesías recién nacido en la casa de la Madre que espera con los brazos abiertos en el corazón de nuestra pampa diocesana.
Fuente: Comunicaciones Iquique Iglesia.cl
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