Si puedes soñarlo...

Carlos Ballesteros

Dice mi amigo y compañero de fatigas Peru Sasia en una reciente entrevista que todo lo que está ocurriendo no se debe simplemente al exceso de avaricia y a que se haya entendido mal el sistema neoliberal, sino que es el propio sistema el que promueve este tipo de excesos, porque lo que busca es maximizar el beneficio a toda costa, asumiendo a veces demasiados riesgos. Me niego, por tanto, a escribir (y, por tanto, a defender) eso de que “hay que refundar el capitalismo” pues creo que esa no es la solución. En Washington hace un mes, los 20 mandatarios más poderosos del mundo, España al parecer entre ellos, pensaban que con maquillar y darle un cierto giro ético, una capita de barniz, al capitalismo solucionaríamos la crisis: no quebrarían más bancos ni empresas financieras, ni inmobiliarias, el precio del petróleo volvería a bajar a niveles aceptables y todos felices. Botín, Gonzalez, Martín y sus colegas seguirían con sus partidas de golf y sus negocios especuladores (pero menos) y Soros y compañía seguirían jugando a las divisas como si nada.


Hace unos días tuve que dar una conferencia sobre economía y la crisis y este tipo de cosas en un colegio, a chicos y chicas de Bachillerato y ciclos formativos. Fueron casi dos horas y estuvieron atentos e interesados. Hablándoles del nacimiento del FMI, del Banco Mundial, de esas instituciones a las que Susan George llamó las trillizas terribles (la OMC es la tercera), y de cómo los dos primeros nacieron a mediados de la década de los 40 del siglo pasado para refundar el sistema económico que había entonces. Me puse a pensar que si estos son los frutos de aquellas deliberaciones y refundaciones….¡¡que Dios nos coja confesados!!


O sea, que la solución no está en refundar ni reformar sino en inventar nuevas formas de hacer economía.


Un año más, un enero más, Brasil vuelve a ser el anfitrión de un sinnúmero creciente de militantes por un mundo mejor. A finales de este mes se celebrará en Belem un nuevo Foro Social Mundial que esta vez se abre a la ciberparticipación a través de la iniciativa Belem expandida para que los que esta vez no vamos a poder estar allí al menos participemos de las conexiones y los debates desde casa. Si algo me gusta de los foros es que no hay que pelear por tener “silla” en ellos. No habrá foto, ni cena de bienvenida, ni intervenciones fijadas y cerradas….


En Belem, una vez más, como en Portoalegre, Mumbai, Nairobi y tantos otros, se seguirá construyendo otro orden mundial social, económico y humano de una manera fresca, abierta, participada, buscando conexiones a lo largo y ancho del planeta.


Y para eso está entre otras cosas el Foro Social Mundial: para juntarnos a unos cuantos, a unos miles, a unos millones y sin poner cortapisas, sin formalidades, sin pelear por sillas, dejarnos soñar y crear y compartir esos sueños y esas alternativas. El lema de este año es algo así como ”es el tiempo de las convergencias”. Hace poco una mujer nigeriana me dijo “si puedes soñarlo, puedes hacerlo”. Y es verdad. Si no nos atreviéramos a soñar un mundo de justicia en las relaciones, un mundo de economías compartidas, no tendremos banca ética, ni tiendas de comercio alternativo, ni formas de trabajar que generen sentido. Belem nos va a ayudar a compartir, un año más, los sueños y las herramientas, las utopías y las realidades. Yo no voy a poder ir, pero me voy a sentir cerca, me voy a sentir una vez más constructor de un mundo distinto.


Nace un año nuevo, impar, 2009. Os deseo lo mejor para él. Os deseo una vez más que éste sí que sea el año en el que la Utopía se convierta en realidad. Y os deseo que trabajemos mucho para que así sea.

alandar