«Dijo Yahveh a Moisés: “¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha”»
(Ex14,15)
Ponerse en marcha. ¿Hacia dónde? ¿No es más sensato quedarse quieto? A veces me asaltan esas dudas.
Me digo que “¿qué voy a hacer yo?”
Pienso que pretender cambiar algo de lo que va mal en el mundo –lejos y cerca- es ser un voluntarista o un soberbio.
Me digo entonces que tal vez basta limitarse a vivir, sin pretender nada, y que lo contrario es ser un iluso o un pretencioso.
Pero luego algo me hace ver que hay trampa en ese discurso. Que una cosa es aceptar las limitaciones y las debilidades –muchas-, y otra cosa es la falsa resignación de quien no lucha por nada.
Señor, dame causas dignas, aliento para caminar, valentía para arriesgar y humildad para caer cuantas veces sea necesario. Dame gente con quien compartir el camino.
¿Cuáles son mis causas?
¿Cómo perseguir sueños? Por mí, por otros, por Dios…
pastoralsj
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