Hoy 27 de junio, la Iglesia conmemora a SAN CIRILO DE ALEJANDRÍA quien muriera en un día como hoy del año 444 en la ciudad de Alejandría en Egipto. Nacido en esta ciudad en el año 370, llegó a ser su patriarca. En 1882 el Papa León XIII lo declaró Doctor de la Iglesia. La iconografía lo representa con hábito episcopal, aureola y una paloma sobre su espalda.
Hoy también la Iglesia en América se viste de fiesta para celebrar junto con la Iglesia de Ucraina, al BEATO BASILIO VELYCKOVSKYJ quien muriera santamente el 30 de junio de 1973 en Winnipeg, CANAD. Nacido en 1903 en Ucrania, en la ciudad Ivano-Frankivsk, en el seno de una antigua familia sacerdotal, fue miembro de la congregación del Santísimo Redentor, "redentoristas", llegando a ser consagrado obispo de la Iglesia greco-católica "clandestina". En el año 2001, el Papa Juan Pablo II le dio el honor de los altares beatificándolo junto con otros 24 Compañeros mártires, y determinó que su fiesta se celebre el 27 de junio de cada año. Unidos pues a los que han dado sus talentos en defensa de la doctrina de la Iglesia, y a la Iglesia de Egipto, brindemos nuestro vivo aplauso al Beato Basilio Velyckovskyj Y A San Cirilo de Alejandría. | ||
Meditación | ||
QUERIDO SAN CIRILO: recordar tu vida es verte combatiendo en el Concilio de Efeso en defensa de la verdad de la iglesia Católica. Importante escritor religioso, en muchas de tus obras atacas las herejías del arrianismo y de Nestorio. Este monje y sacerdote de Antioquia, que llegó a ser patriarca de Constantinopla, defendía que la naturaleza humana y divina de Cristo estaban separadas negando la existencia de una sola persona en Cristo. "El desafío más grande que tuve en mi vida fue asistir al Concilio de la Iglesia que se realizó en Efeso. Era el año 431. Existía en el ambiente esta duda sobre las dos naturalezas de Cristo. Sentía que mi deber era defender la doctrina de la Iglesia, es decir, que en Cristo hay dos naturalezas, la divina y la humana, pero unidas en una sola persona. Gracias al Espíritu Santo, mis palabras tuvieron eco. La doctrina de Nestorio fue definitivamente condenada. No se podía aceptar que Cristo tuviera dos naturalezas separadas, porque si se aceptaba esta doctrina, Maria seria solo Madre de la naturaleza humana de Cristo, lo cual era inaceptable ya que ella es Madre del Cristo total, a la vez divino y humano. El triunfo final resonó en el aula del Concilio cuando se leyó la profesión de fe nicena y la carta que yo mismo escribí a Nestorio con los doce anatemas.
Texto: Radio Vaticano
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