El cardenal español del Opus Dei que investiga el Vatileaks anuncia "sorpresas"

Herranz dice que avanzan "con rapidez y exactitud"

"Trabajamos con rapidez, pero los plazos 

concretos no podemos establecerlos"

El cardenal español Julián Herranz, que dirige la comisión de cardenales encargada de investigar el escándalo generado por la filtración de documentos reservados del Papa Benedicto XVI, conocido como Vatileaks, anunció este martes que en breve "revelará sorpresas".

Interrogado por la prensa italiana, el purpurado reconoció que la investigaciónavanza "con rapidez y exactitud" y que la labor que conduce con el cardenal eslovaco Jozef Tomko y el italiano Salvatore De Giorgi "es intensa y a la vez útil", dijo.

El purpurado admitió que "todos colaboran" en el Vaticano.

El cardenal Herranz, que pertenece al movimiento conservador Opus Dei y suele ser una persona muy discreta, no precisó "la sorpresa" que revelará.

"Es evidente que en esta fase es necesario mantener una reserva absoluta porque las personas involucradas tienen derecho a ello hasta la conclusión de la investigación", subrayó.

"Trabajamos con rapidez, pero los plazos concretos de la investigación no podemos establecerlos", comentó.

Los interrogatorios se efectúan a un ritmo intenso, con un promedio de cuatro a cinco personas convocadas por la comisión cada semana, entre ellos religiosos, laicos y responsables de los dicasterios o ministerios de la Curia Romama, explicó Herranz.

Benedicto XVI se reunió el sábado pasado con un grupo de cardenales para que le aconsejen sobre cómo tratar la inédita filtración de documentos a la prensa.

La imagen del Vaticano se vio perjudicada por la filtración de un centenar de documentos internos, entre ellos numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, lo que ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI, ya que puso en entredicho inclusive su liderazgo como guía de la Iglesia.

Una sola persona se encuentra detenida por el caso, el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, quien permanece desde el 23 de mayo en una celda especial en el Vaticano.

Según la prensa italiana, el mayordomo no era el único en proveer documentos a la prensa italiana y otros ya rompieron el juramento de confidencialidad que deben respetar todos los que trabajan en la administración del Vaticano.

Gabriele se expone a una pena de seis años de cárcel.

(RD/Agencias)