En su mensaje, la Asamblea Episcopal hace amplia referencia a la protección de la vida y la familia y muestra su oposición al aborto, al pedir que "el Estado y las leyes protejan la vida desde su concepción hasta su fin natural".
Se opone, asimismo, al matrimonio homosexual, al indicar que "el Estado y las leyes protejan a la familia formada por un hombre y una mujer".
También reclama al poder público y los órganos de control del Estado que "impidan la corrupción en todas sus formas" y que promuevan "planes y programas de desarrollo para erradicar la pobreza y prestar atención preferencial a los sectores menos favorecidos de la sociedad".
Algunos obispos han sido relacionados en los últimos años por la justicia ecuatoriana en casos de supuesta corrupción debido a actividades privadas y de la propia Conferencia Episcopal, que los prelados han negado.
El Estado, según apuntan también los obispos, debe garantizar una educación "centrada en la persona humana y sus grandes valores", que "garantice el derecho que tienen los padres de familia a escoger libremente la educación de sus hijos".
Por otro lado, consideran que los cambios constitucionales que se lleven a cabo "deben tender al robustecimiento de la unidad nacional y de una democracia real y participativa basada en la persona y en la que se alcance la necesaria equidad y armonía entre el bien común y los intereses particulares".
Fuente: El Periodista Digital
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