Wednesday, October 24, 2007

Un momento para la oración

Lucas 12, 39-44 & 48
"Si el dueño de casa supiera a qué hora vendrá el ladrón, ustedes entienden que se mantendría despierto y no le dejaría romper el muro. Estén también ustedes preparados, porque el Hijo del Hombre llegará a la hora que menos esperan». Pedro preguntó: «Señor, esta parábola que has contado, ¿es sólo para nosotros o es para todos?» El Señor contestó: «Imagínense a un administrador digno de confianza y capaz. Su señor lo ha puesto al frente de sus sirvientes y es él quien les repartirá a su debido tiempo la ración de trigo. Afortunado ese servidor si al llegar su señor lo encuentra cumpliendo su deber. En verdad les digo que le encomendará el cuidado de todo lo que tiene. Al que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y cuanto más se le haya confiado, tanto más se le pedirá cuentas".
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy

Jesús, me dices que esté preparada(o) para la hora en que llegues a mi vida, sin previo aviso. Cuando llegue esa hora, que yo pueda estar en paz conmigo, amándome tanto como Tú me amas. Que yo pueda responder como San Vicente de Paul, al que, en su lecho de muerte, le preguntaron si perdonaba a sus enemigos: "no tengo enemigos".

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