RD/Efe).-Monseñor Arnulfo Romero era, 'antes que nada, un obispo' y no 'un político' o 'un intelectual', afirmó hoy el postulante de su causa de beatificación, Vincenzo Paglia, en un artículo publicado por el diario vaticano L'Osservatore Romano.
La publicación del artículo se produce tres días después del vigésimo octavo aniversario de su asesinato y catorce después del comienzo del proceso de beatificación, estancado en este momento.
'¿Quién era Monseñor Romero? Antes que nada, un obispo. Muy fiel al magisterio de la Iglesia, no le faltaban los dones del carisma: el de la palabra, el de la predicación y el de pastor. No era un intelectual, un teólogo, un organizador o un administrador', asegura Paglia.
En el artículo se añade: 'Ni tan siquiera (era) un reformador. Y mucho menos un político, como alguno ha querido verlo, instrumentalizando su nombre para sus propios fines'.
De hecho, Paglia señala que 'monseñor Romero fue víctima de la polarización política que no dejaba espacio a su caridad y acción pastoral'.
Paglia prosigue con su perfil de Romero al afirmar que 'era un obispo y un pastor según la más clásica factura tridentina', en referencia concilio ecuménico que reunió a partir del año 1545.
El postulante de la causa de beatificación declara que Romero tampoco era 'un místico, sino ciertamente un hombre de oración'.
'Contrario a la violencia, tanto del gobierno militar como de la oposición guerrillera, vivió como un pastor el drama de su rebaño. E intentó poner remedio a la violencia condenándola de cualquiera parte procediese', explica Paglia.
Para el autor del artículo, Romero exigía insistentemente aplicar la doctrina social de la Iglesia 'y por eso fue acusado de ser comunista', aunque 'él siempre había juzgado que el comunismo debía ser condenado y nunca cambió de opinión'.
La causa de beatificación de Romero está estancada, ya que se 'sigue estudiando los documentos' para comprobar que murió como mártir, según explicó hace unas semanas el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal José Saraiva Martins.
Saraiva Martins aseguró en aquella ocasión que no existe, por parte del Vaticano, 'voluntad alguna de obstaculizar el proceso' y explicó que la Iglesia católica reconoce la beatificación sólo si se ha producido un martirio por 'odio a la fe' y no por motivos 'políticos y sociales'.
El proceso para la beatificación de Romero comenzó catorce años después de su muerte y sus compañeros de orden, los jesuitas, han defendido siempre que el arzobispo murió como 'mártir' por no callar 'las exigencias sociales del Evangelio'.
Religión Digital
No comments:
Post a Comment