La pobreza en los sacerdotes es tema controvertido y en ocasiones produce "extrañeza" y estupor en los fieles. El caso del sacerdote de Galicia nos produce verguenza ajena. Y en ocasiones los sacerdotes, amparados en su ministerio cometen abuso en cuestión de dineros de pobres mujeres....o de pobres monjas.
Siempre se dice que el dinero es mal consejero. Sería bueno que estos señores tuvieran la declaración de la renta a la vista de sus feligreses. Los sacerdotes no "profesan" el voto de pobreza, pero de eso a apropiarse de lo que no es de uno "so capa" de para obras pías....pues en fin.
En vez de ayudar a proclamar la Buena Nueva sembramos desconfianza y tiramos por tierra lo que otros muchos trabajan para los demás. ¡Una pena!. En otra ocasión, contaré un cuento, hoy por prudencia es mejor dejar pasar el tiempo, encomendarlo al Señor de la Viña....pero después contar, así nos ayudamos.
Pero queridos sacerdotes: ¡cuidado con el dinero que es mal consejero!, y para seguir al dueño de la mies, pues eso con vivir al día basta ¡No?.
Texto: Hna. Virtudes Parra, carmelita descalza
Del Blog "Aquesta eterna fonte"
El periodista Digital
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