La Catedral católica de Moscú ha acogido el segundo festival de jóvenes organistas, “Soli Deo Glorai”. El festival fue organizado por el fondo de beneficencia "Arte del Bien", quien apoya a jóvenes músicos en la interpretación de música espiritual. El principal organista del Vaticano, Gianluca Libertucci, fue invitado a Moscú para ser el presidente del panel de jueces. Alrededor de 10 participantes de Rusia, Ucrania, y Armenia tomaron parte en el festival. El panel estuvo compuesto por profesores de Francia, Polonia, Rusia, y Austria.
"He quedado sorprendido por la alta calidad de estos jóvenes, en serio no me lo esperaba. Obviamente la escuela de órgano ruso es una de las mejores en el mundo. Hay muchos hombres y mujeres jóvenes muy prometedores y estoy seguro de que en unos años algunos de ellos serán conocidos a nivel internacional y ganarán concursos muy importantes".
Gianluca piensa que hay un aspecto muy importante que no se debe olvidar; un organista no es un artista de concierto, sino fundamentalmente un organista de la Iglesia, un organista litúrgico.
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