Rio de Janeiro, 31 de julio de 2008.
AUDACIA Y CORAJE EN EL SECTOR SOCIAL
“Ha sido una de las reuniones más ricas y productivas de los últimos años” fue la conclusión de uno de los coordinadores sociales, evaluando la experiencia tenida en Manaos (Amazonia brasileña) la primera semana de julio. De hecho, fueron tres reuniones en cadena: los coordinadores sociales, el programa de formación política y ciudadana, los directores de centros sociales. La participación fue de las mejores: todos los coordinadores sociales y los directores de 22 centros, en una tendencia que va en aumento y que expresa el interés generado por estos encuentros.
Si de frutos se trata, podríamos sintetizarlos en los siguientes, uno por reunión: el señalamiento de las líneas de acción y sus estrategias para el sector social post-CG 35, el acuerdo para la conformación de una red de centros sociales y la consolidación del programa de formación política y ciudadana. Vamos uno por uno.
La reunión de los coordinadores sociales y los coordinadores de los subsectores –responsables de la animación del sector social en cada provincia y en cada uno de los subsectores (SJR, SJM, Indigenas)- dedicó una mañana de retiro a la CG 35 y una reflexión en panel sobre esta experiencia. Contando con sus resultados y con algunos otros documentos producidos por y para el sector en los años recientes, los coordinadores apuntaron a las siguientes líneas de acción, que formulan opciones y que deberán dar lugar a programas y proyectos en los próximos años. Son las siguientes:
- Migración, refugio y desplazamiento forzado
- Gobernanza, sociedad civil y ciudadanía
- Interculturalidad, pluralismo, afrodescendientes y pueblos indígenas
- Culturas suburbanas
- Paz y reconciliación,
- Justicia socio-ambiental y desarrollo regional sostenible
El enfoque está marcado por la perspectiva de los pobres, la opción fe-justicia y la deseada integración de los países y pueblos de América Latina y el Caribe.
En la formulación de estas líneas de acción confluyeron, en Manaos, varios afluentes: el análisis de la realidad de la región, la experiencia previa en algunas de estas líneas (el caso del SJR y el SJM para la primera o el programa de formación política para la segunda), la alocución del P. Kolvenbach a los Provinciales en Santiago (2006) y los postulados elaborados por las provincias preparando la CG 35. Del “Principio y Horizonte” (2002) se recogió la necesidad de discernir y vehicular un pensamiento alternativo ya existente en muchas experiencias exitosas del sector, enfatizando por tanto la investigación y producción social. De la evaluación sobre este texto que el 2005 hicieron los Provinciales, se retomó la necesidad de promover una mayor articulación entre los centros sociales y las universidades.
El insumo más importante lo aportó el enfoque y las orientaciones de la última CG 35, particularmente el decreto 3 (“Desafíos para nuestra misión hoy. Enviados a las fronteras”) y las comisiones sobre gobierno ordinario que constituyó la misma CG 35 para trabajar los postulados que llegaron de todas partes de la Compañía. Particularmente: globalización y ecología, diálogo y fundamentalismo religioso, pueblos indígenas, refugiados y migrantes y apostolado intelectual. Hay que indicar que varias de estas comisiones invitan a formar grupos de trabajo sobre estos temas a nivel de Conferencias de Provinciales. La reunión de Manaos ha sido un paso importante en ese sentido.
Un punto clave ha sido el consenso alcanzado para trabajar en nuestros centros la “mística de la acción social” –tema de fondo del próximo encuentro a realizarse en Cochabamba el 2009- y del seguimiento de Cristo pobre. El encuentro manifestó una vez más el interés por contar en este ministerio con jóvenes jesuitas que aporten ideas frescas y renovadoras en los centros, espacios caracterizados por su ubicación en las “fracturas sociales” según la expresión utilizada precisamente por uno de ellos.
Los directores de centros sociales comenzaron a llegar ya durante la reunión de los coordinadores pero iniciaron su trabajo un día después, luego de participar en una interesante presentación sobre la labor apostólica de la Compañía en la Amazonía brasileña. El intercambio ratificó la voluntad de los directores de vincular sus acciones conformando una red cuyo objetivo general es “favorecer el diálogo, intercambio y construcción común entre los centros sociales en el marco de las líneas de acción definidas por la CPAL para logar una mayor incidencia en políticas públicas a favor de los grupos, organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el Caribe”.
Plantearon también algunos objetivos específicos que tienen que ver básicamente con las estrategias generales planteadas en la reunión de coordinadores: fortalecer la comunicación y el intercambio, hacer análisis de contexto y de la coyuntura con una mirada latinoamericana, desarrollar procesos de investigación conjuntamente con las universidades, ejecutar programas de formación y fortalecer los procesos de incidencia. Para que estos planteamientos no se queden en buenos deseos se han delegado tareas a algunos centros que deberán dar cuenta de ellas en próximas reuniones.
Así, por ejemplo, el Centro Gumilla de Venezuela se encargará de propiciar mecanismos permanentes de análisis del contexto y de la coyuntura de la región latinoamericana en beneficio de todas nuestras plataformas apostólicas. Se trata de un subsidio que nos debe ofrecer información de la región en sus logros y dificultades de integración en el contexto de los diversos bloques mundiales. Otros centros asumieron también otras responsabilidades y la coordinación de la CPAL se encargará de la intercomunicación a través, sobre todo, del minisite del sector alojado en el website de la CPAL.
En este mismo sentido de avanzar en propuestas concretas, se ubica también el programa de formación política y ciudadana, iniciado hace tres años por el sector social de la CPAL. El anterior coordinador, P. Jorge Julio Mejía (COL), hizo un balance de este primer periodo considerado por todos como positivo: se cuenta ahora con una propuesta de Marco Orientador del Programa que ilumina los cursos ya existentes, hay importantes avances por países, en varios de ellos el programa se desarrolla en coordinación con las universidades y deriva en un reconocimiento académico, en otros se están desarrollando programas diferenciados según el público-objetivo (colaboradores de nuestras obras, sectores urbano periféricos, indígenas).
Debe destacarse que, en la mayoría de países, el programa ha ayudado a la articulación entre los diversos centros sociales que lo han implementado y entre éstos y otras instituciones (universidades, Fe y Alegría) estableciendo sinergias con mayor capacidad de impacto. El paso siguiente debe ser, entonces, el impulso del programa en aquellos países donde aún es débil, un mayor intercambio de experiencias significativas, su sistematización y la publicación del marco orientador y las ponencias del Seminario de Caracas 2005, luego de tres años de verificación. Tareas asumidas por el nuevo coordinador del sector, el P. Alfredo Ferro (COL). Cambio de posta entre paisanos.
En fin, en breve tiempo mucho fruto. El sector debe darse por satisfecho y todos nos alegramos por este avance significativo. En muchos aspectos esta reunión ha sido programática para el sector social y su futuro, un futuro que este encuentro ha logrado anticipar. Hace dos años, en Santiago de Chile, el P. Kolvenbach, entonces General, les decía a los Provinciales a propósito del sector social y de las orientaciones que dio en dicha ocasión: “las sugerencias que indico están enraizadas en pasos que ya se están tomando y en recomendaciones que salen de la reflexión del sector social. El futuro ya está entre nosotros si tenemos la audacia y el coraje de dejar que el Espíritu nos guíe”. El P. Kolvenbach, impulsor constante del apostolado social, puede estar contento: su palabra ha caído en tierra fértil.
Para todos, jesuitas, familiares, amigos y colaboradores, ¡feliz día de San Ignacio!
Ernesto Cavassa, SJ
CPAL
AUDACIA Y CORAJE EN EL SECTOR SOCIAL
“Ha sido una de las reuniones más ricas y productivas de los últimos años” fue la conclusión de uno de los coordinadores sociales, evaluando la experiencia tenida en Manaos (Amazonia brasileña) la primera semana de julio. De hecho, fueron tres reuniones en cadena: los coordinadores sociales, el programa de formación política y ciudadana, los directores de centros sociales. La participación fue de las mejores: todos los coordinadores sociales y los directores de 22 centros, en una tendencia que va en aumento y que expresa el interés generado por estos encuentros.
Si de frutos se trata, podríamos sintetizarlos en los siguientes, uno por reunión: el señalamiento de las líneas de acción y sus estrategias para el sector social post-CG 35, el acuerdo para la conformación de una red de centros sociales y la consolidación del programa de formación política y ciudadana. Vamos uno por uno.
La reunión de los coordinadores sociales y los coordinadores de los subsectores –responsables de la animación del sector social en cada provincia y en cada uno de los subsectores (SJR, SJM, Indigenas)- dedicó una mañana de retiro a la CG 35 y una reflexión en panel sobre esta experiencia. Contando con sus resultados y con algunos otros documentos producidos por y para el sector en los años recientes, los coordinadores apuntaron a las siguientes líneas de acción, que formulan opciones y que deberán dar lugar a programas y proyectos en los próximos años. Son las siguientes:
- Migración, refugio y desplazamiento forzado
- Gobernanza, sociedad civil y ciudadanía
- Interculturalidad, pluralismo, afrodescendientes y pueblos indígenas
- Culturas suburbanas
- Paz y reconciliación,
- Justicia socio-ambiental y desarrollo regional sostenible
El enfoque está marcado por la perspectiva de los pobres, la opción fe-justicia y la deseada integración de los países y pueblos de América Latina y el Caribe.
En la formulación de estas líneas de acción confluyeron, en Manaos, varios afluentes: el análisis de la realidad de la región, la experiencia previa en algunas de estas líneas (el caso del SJR y el SJM para la primera o el programa de formación política para la segunda), la alocución del P. Kolvenbach a los Provinciales en Santiago (2006) y los postulados elaborados por las provincias preparando la CG 35. Del “Principio y Horizonte” (2002) se recogió la necesidad de discernir y vehicular un pensamiento alternativo ya existente en muchas experiencias exitosas del sector, enfatizando por tanto la investigación y producción social. De la evaluación sobre este texto que el 2005 hicieron los Provinciales, se retomó la necesidad de promover una mayor articulación entre los centros sociales y las universidades.
El insumo más importante lo aportó el enfoque y las orientaciones de la última CG 35, particularmente el decreto 3 (“Desafíos para nuestra misión hoy. Enviados a las fronteras”) y las comisiones sobre gobierno ordinario que constituyó la misma CG 35 para trabajar los postulados que llegaron de todas partes de la Compañía. Particularmente: globalización y ecología, diálogo y fundamentalismo religioso, pueblos indígenas, refugiados y migrantes y apostolado intelectual. Hay que indicar que varias de estas comisiones invitan a formar grupos de trabajo sobre estos temas a nivel de Conferencias de Provinciales. La reunión de Manaos ha sido un paso importante en ese sentido.
Un punto clave ha sido el consenso alcanzado para trabajar en nuestros centros la “mística de la acción social” –tema de fondo del próximo encuentro a realizarse en Cochabamba el 2009- y del seguimiento de Cristo pobre. El encuentro manifestó una vez más el interés por contar en este ministerio con jóvenes jesuitas que aporten ideas frescas y renovadoras en los centros, espacios caracterizados por su ubicación en las “fracturas sociales” según la expresión utilizada precisamente por uno de ellos.
Los directores de centros sociales comenzaron a llegar ya durante la reunión de los coordinadores pero iniciaron su trabajo un día después, luego de participar en una interesante presentación sobre la labor apostólica de la Compañía en la Amazonía brasileña. El intercambio ratificó la voluntad de los directores de vincular sus acciones conformando una red cuyo objetivo general es “favorecer el diálogo, intercambio y construcción común entre los centros sociales en el marco de las líneas de acción definidas por la CPAL para logar una mayor incidencia en políticas públicas a favor de los grupos, organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el Caribe”.
Plantearon también algunos objetivos específicos que tienen que ver básicamente con las estrategias generales planteadas en la reunión de coordinadores: fortalecer la comunicación y el intercambio, hacer análisis de contexto y de la coyuntura con una mirada latinoamericana, desarrollar procesos de investigación conjuntamente con las universidades, ejecutar programas de formación y fortalecer los procesos de incidencia. Para que estos planteamientos no se queden en buenos deseos se han delegado tareas a algunos centros que deberán dar cuenta de ellas en próximas reuniones.
Así, por ejemplo, el Centro Gumilla de Venezuela se encargará de propiciar mecanismos permanentes de análisis del contexto y de la coyuntura de la región latinoamericana en beneficio de todas nuestras plataformas apostólicas. Se trata de un subsidio que nos debe ofrecer información de la región en sus logros y dificultades de integración en el contexto de los diversos bloques mundiales. Otros centros asumieron también otras responsabilidades y la coordinación de la CPAL se encargará de la intercomunicación a través, sobre todo, del minisite del sector alojado en el website de la CPAL.
En este mismo sentido de avanzar en propuestas concretas, se ubica también el programa de formación política y ciudadana, iniciado hace tres años por el sector social de la CPAL. El anterior coordinador, P. Jorge Julio Mejía (COL), hizo un balance de este primer periodo considerado por todos como positivo: se cuenta ahora con una propuesta de Marco Orientador del Programa que ilumina los cursos ya existentes, hay importantes avances por países, en varios de ellos el programa se desarrolla en coordinación con las universidades y deriva en un reconocimiento académico, en otros se están desarrollando programas diferenciados según el público-objetivo (colaboradores de nuestras obras, sectores urbano periféricos, indígenas).
Debe destacarse que, en la mayoría de países, el programa ha ayudado a la articulación entre los diversos centros sociales que lo han implementado y entre éstos y otras instituciones (universidades, Fe y Alegría) estableciendo sinergias con mayor capacidad de impacto. El paso siguiente debe ser, entonces, el impulso del programa en aquellos países donde aún es débil, un mayor intercambio de experiencias significativas, su sistematización y la publicación del marco orientador y las ponencias del Seminario de Caracas 2005, luego de tres años de verificación. Tareas asumidas por el nuevo coordinador del sector, el P. Alfredo Ferro (COL). Cambio de posta entre paisanos.
En fin, en breve tiempo mucho fruto. El sector debe darse por satisfecho y todos nos alegramos por este avance significativo. En muchos aspectos esta reunión ha sido programática para el sector social y su futuro, un futuro que este encuentro ha logrado anticipar. Hace dos años, en Santiago de Chile, el P. Kolvenbach, entonces General, les decía a los Provinciales a propósito del sector social y de las orientaciones que dio en dicha ocasión: “las sugerencias que indico están enraizadas en pasos que ya se están tomando y en recomendaciones que salen de la reflexión del sector social. El futuro ya está entre nosotros si tenemos la audacia y el coraje de dejar que el Espíritu nos guíe”. El P. Kolvenbach, impulsor constante del apostolado social, puede estar contento: su palabra ha caído en tierra fértil.
Para todos, jesuitas, familiares, amigos y colaboradores, ¡feliz día de San Ignacio!
Ernesto Cavassa, SJ
CPAL
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