Los obispos de Nigeria celebraron una misa en la Basílica de San Pablo Extramuros el 22 de febrero una semana antes de terminar su visita ad limina. Ocho día antes, toda la conferencia episcopal encontró al Papa Benedicto XVI, y elogió "las abundantes vocaciones religiosas y sacerdotales del país". Pero el pontífice también imploró perseverancia en el diálogo interreligioso, una clara referencia a los choques cristiano-musulmanes en la ciudad de Jos que han matado mucha gente el noviembre pasado.
Durante el largo mes de la visita ad limina, llevada cabo cada 5 años, los obispos visitaron las tumbas de san Pedro y Pablo en sus respectivas basílicas. Cada obispo mantuvo una audiencia privada con el Santo Padre.
"Como arzobispo de Jos fue totalmente devastante lo que sucedió el 28 de noviembre de 2008, porque habíamos trabajado mucho en el diálogo interreligioso. He emprendido iniciativas para conocer a los líderes musulmanes".
"Incluso en la semana anterior a la crisis visitamos la mezquita, la mezquita central en Jos, con todos los líderes cristianos que normalmente serían muy reacios a ir a la mezquita o compartir con los musulmanes".
"El Papa me prometió sus oraciones. Cuando le dije que necesitábamos oraciones, él dijo, "rezaré por ustedes". Y hablamos ampliamente sobre la crisis. Le comenté las medidas que esperábamos adoptar para remediar la situación. Nos apoya completamente. Él anima y apoya el diálogo interreligioso. El Papa quiere un mundo pacífico y quiere armonía y entendimiento entre musulmanes y cristianos".
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