Tiene el rostro, lo vemos cada día, de tantos jóvenes que no pueden pagar el alquiler y que duermen en los coches, o están de okupas, porque no tienen un techo.
Tiene la cara gastada de los hombres que viven en la calle, y a los que el sol,el frío y la soledad ha ido envejeciendo más de prisa.
Tiene la cara gastada de los hombres que viven en la calle, y a los que el sol,el frío y la soledad ha ido envejeciendo más de prisa.
La pobreza, tiene el dolor de madres con hijos a los que no tienen qué darles de comer y que además les han cortado el luz por falta de pago.
La pobreza, tiene hoy muchas, muchísimas caras, de gentes que están en el paro, de gente que de un día para otro han sido despedidas; de jubilados a los que la paga no les alcanza, de ancianos que esperan una residencia, y no tienen quién les cuide. Etc.
Y a causa de la crisis, los pobres son más pobres, y han surgido, de la noche a la mañana, nuevos pobres con diversos rostros y realidades.
La pobreza se va extendiendo, y la crisis, no es un tópico, es una realidad. Una triste y dura realidad.
Y nadie puede decir: esto no es mi problema. Porque la crisis y la pobreza, es un problema de todos. Y si no damos respuesta a las necesidades más urgentes, como son la comida, la salud, la luz, la vivienda, pronto tendremos realmente no un problema, sino un grave problema, porque todo el mundo, también los pobres, deben comer y si no tienen para comer, lo tienen que conseguir. Y ya entraremos en una rueda más complicada.
Pongamos toda nuestra imaginación para ver qué podemos hacer para aliviar esta situación y este dolor de tantas personas. Seguro que algo podemos hacer... Y seguro que nos sentiremos más felices si compartimos lo que somos y lo que tenemos.
Esta semana desde mi Comunidad, hemos lanzado una Campaña llamada “+x-” -recogiendo un lema de Caritas de Argentina-, en la que proponemos a los que tienen más, compartir con los que tienen menos. La respuesta está siendo muy buena. Mucha gente cuando va a hacer la compra, compra un poco más y lo trae al Convento. Muchos pobres, están compartiendo, y eso nos emociona y alecciona: ¡dan de lo que necesitan!
Seguro que cada uno, puede hacer algo. Invito a que esta cuaresma sea una cuaresma solidaria, y seguro que si así la vivimos, la Pascua nos hará gozar de la vida en abundancia que surge cuando como Jesús, somos capaces no sólo de dar, sino de darnos hasta dar la vida, para que los otros la tengan en abundancia.
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