Ha pasado el mediodía en este nublado Santiago de Chile y recién estamos iniciando este contacto diario con quienes ingresan al blog.
Y lo iniciamos con esta oración del libro "Oraciones para gente ocupada" de José Correa sj
EL VIENTO LES ERA CONTRARIO
Marcos 6, 48
Me entusiasman, Señor, los veleros.
Son blancos, espigados,
se balancean al cruzar las olas,
los azota la espuma,
pero siempre avanzan serenos,
confiados, seguros.
Cuando el viento sopla de popa,
despliegan su vela, se hinchan y avanzan
veloces como una gaviota.
Si el viento sopla de proa,
se preparan para luchar.
Se afirman en la base,
manejan con habilidad la vela
y atacan el viento contrario,
dominándolo y avanzando siempre.
Nuestra vida, Señor,
¡no se asemeja a la de los veleros!
Hay tiempos en los que el viento sopla
a nuestro favor, las cosas andan bien,
todo sale a nuestro gusto.
Todo nos sonrie.
Nos sentimos dinámicos, seguros
y emprendedores.
Es entonces que agradecidos a Tí,
navegamos a velas desplegadas.
Pero, hay tiempos
en que la tempestad se levanta.
Tú la conociste en el lago de Genesaret.
El viento se torna recio, nos ataca de frente,
las olas se levantan amenazantes,
tememos naufragar.
Todo nos parece adverso.
Perdemos el trabajo.
Un exámen médico nos revela
una enfermedad incurable,
entonces las fuerzas nos abandonan,
nos invade la depresión.
O las relaciones familiares se deterioran,
parece que algo se derriba, hay crisis
Ayúdame, Señor, en esos momentos
a no perder la confianza.
Socórreme en medio de la tempestad,
las olas nos salpicarán, quizás nos cubrirán
pero no nos ahogaremos.
Tenemos que luchar,
afrontar la tempestad con fortaleza.
Tu calmaste la tempestad,
cuando los apóstoles se creían perdidos.
En el instante en que ya no nos queden
fuerzas ni esperanzas.
Tú puedes mandar al viento y a las olas
que se calmen.
Tú nos acompañas siempre
en nuestra barca.
Ahí radica nuestra confianza
y seguridad.
Que tengan una buena tarde y mejor fin de semana, en compañía del Señor
Roberto y Ruth
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