A un año del conflicto entre Yuba a Jartum, los obispos católicos y anglicanos piden a la comunidad internacional una posición más "equilibrada"
GIACOMO GALEAZZICIUDAD DEL VATICANO
Durante años en Sudán del Sur “ecumenismo” ha sido una palabra carente de sentido. Ha pasado un año desde los primeros bombardeos a los pueblos del Kordofan del Sur y del Nilo Azul y los obispos católicos y anglicanos han decidido volver a unir los hilos del diálogo entre «hermanos separados» para alcanzar el común objetivo de la pacificación. Las dos Iglesias piden a la comunidad internacional una posición «más equilibrada» respecto al conflicto que opone Sudán del Sur a Sudán. En el mensaje, publicado al final del encuentro que ha tenido lugar en Yei, se afirma: «Creemos que es importante para nuestros amigos de la comunidad internacional asumir una posición más equilibrada». Equilibrada no quiere decir criticar a las dos partes de la misma manera, sino «tener más bien una visión amplia y a largo plazo, elaborada tras un estudio profundo, y tratar de hacer presión donde es necesario para instaurar una paz justa y duradera»
En el documento, publicado por la agencia vaticana «Fides», se hace una síntesis del proceso que ha llevado a la independencia del Sudán del Sur, favorecido por la comunidad internacional. La actitud de la ONU y de las mayores potencias hacia las recientes tensiones entre Yuba y Jartum respecto el control de las áreas de frontera, ricas de petróleo, de Heglig (llamada Panthou por los sudaneses del sur) y de Abyei, sin embargo ha desilusionado a la población local.«Vivimos en directo contacto con las comunidades de Sudán del Sur, y lo que estamos oyendo por su parte nos preocupa» escriben los obispos.
“Parece que el pueblo del Sudán del Sur está perdiendo la confianza en la comunidad internacional. Hemos visto verdaderas manifestaciones públicas contra las Naciones Unidas y contra su Secretario Ban Ki Moon. Al mismo tiempo, comenzamos a preguntarnos si la comunidad internacional entiende todavía las aspiraciones tanto del pueblo de Sudán del Sur, como de las comunidades marginadas en Sudán”.
Después de la ocupación de Heglig por parte de las tropas de Sudán del Sur, la ONU ejercitó fuertes presiones a Yuva para que las retirara. Tras el retiro de los soldados sudaneses del sur, sin embargo la aviación de Jartum siguió azotando diversas zonas de frontera de Sudán del Sur. Los obispos afirman que “sueñan con dos naciones democráticas y libres,en las cuales todas las religiones, todos los grupos étnicos, todas las culturas y todas las lenguas gocen de los mismos derechos basados en la ciudadanía. Soñamos con dos naciones en paz una con otra, que cooperen para hacer el mejor uso posible de los recursos que Dios les ha dado. Nuestro sueño es que las personas no vivan traumatizadas, que los niños puedan ir a la escuela, que las madres puedan ser ingresadas en un hospital, que termine la malnutrición y la pobreza, y que los cristianos y musulmanes puedan ir a la iglesia o a la mezquita sin miedo. Ya ha sido demasiado. ¡No debe haber más guerra entre Sudán y Sudán del Sur!”
Un enviado de Pekín, Zhong Jianhua, ha visitado antes Jartum y luego la capital de Sudán del Sur, Yuba, para intentar una mediación que ponga fin a los combates entre Sudán y Sudán del Sur. China ha apoyado una resolución aprobada por unanimidad el pasado 2 de mayo en el Consejo de Seguridad de la ONU para solicitar que terminen semanas de enfrentamientos en la frontera entre los dos países, enfrentamientos han desencadenado el temor de una verdadera guerra. En la resolución se hace explícitamente referencia, tanto a los episodios de violencia en la frontera entre los dos países incluidos los movimientos de las tropas y a la ocupación de Heglig, como a los bombardeos aéreos sudaneses que han hecho que medio millón de personas hayan abandonado sus casas y han provocado centenares de víctimas. Se condenan tanto las acciones de los ejércitos regulares, como de los grupos armados culpables de actos de violencia contra civiles, violando el derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
Además se expresa la profunda preocupación por la situación humanitaria creada por los combates y por los continuos bombardeos en los estados de Kordofan del Sur y del Nilo Azul. El texto propuesto por los Estados Unidos, que ha sido modificado en base a las contrariedades expresadas por China y Rusia, dispone que Sudán y Sudán del Sur adopten con efecto inmediato acciones como el “cesad el fuego”, también referidas a las incursiones aéreas, antes de 48 horas desde la aprobación de la resolución. Jartum había abandonado las negociaciones cuando las tropas del Sudan del Sur se adueñaron el 10 de abril de la zona petrolífera de Heglig, que ocuparon durante 10 días. Un episodio que ha contribuido a agravar las tensiones entre los dos vecinos, divididos por la guerra civil que desde 1993 hasta el 2005 causó más de dos millones de muertos. Los ingresos por el petróleo constituyen el 80 % de la economía del Sudán del Sur y cubren el 98 % del gasto gubernativo. Los funcionarios del Banco Mundial, que recientemente han visitado el país para hacer una inspección, se han quedado atónitos por la evidente incapacidad del gobierno para comprender las consecuencias de ladecisión de bloquear la exportación petrolífera.
El motivo de la decisión es que el gobierno de Yuba acusa al de Jartum de pedir demasiado por el tránsito del petróleo por los oleoductos construidos en su territorio y parece haber sido tomada con ligereza y ha sido seguida por el anuncio de la construcción de por lo menos dos oleoductos alternativos a través de otros dos países fronterizos, sin que hayan sido realizados ni siquiera estudios de factibilidad y teniendo en mano solamente el consenso de los gobiernos interesados.Según las estimas del Banco Mundial, el porcentaje de sudaneses del sur por debajo del nivel de pobreza pasará el próximo año del 51% al 83 % y la mortalidad infantil del 10 al 20%. En una palabra, una tragedia inminente. El Director de Política Económica y de los Programas para la Reducción de la Pobreza para África, Marcelo Giugale ha explicado al gobierno sudanés y al grupo de países donantes que la situación es trágica y que las cajas del Estado se vaciarán ya en julio, al máximo en octubre si el gobierno aumenta la política de austeridad. En una palabra, Sudán del Sur, nacido hace apenas un año, ya corre el riesgo de suicidarse. Y los obispos católicos y anglicanos están trabajando juntos para evitar la catástrofe.
Vatican Insider
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