Friday, September 21, 2012

Desafíos de una comunicación popular evangelizadora


El conversatorio "Postcristianismo: desafíos de una comunicación popular evangelizadora", forma parte de las actividades del "Encuentro de Comunicación Popular y Buen Vivir".


Con el tema propuesto, la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica -ALER y la Organización Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación -OCLACC, se proponen desafiar y provocar a radialistas y comunicadores a buscar colectivamente nuevas maneras de evangelizar en América Latina. El conversatorio "Postcristianismo: desafíos de una comunicación popular evangelizadora", forma parte de las actividades del "Encuentro de Comunicación Popular y Buen Vivir", que se está desarrollando desde 19 de septiembre en Quito, Ecuador, finalizando el día de mañana.

El conversatorio organizado por la Red de Radioevangelización, contará con la animación y provocación de Susana Nuin, Secretaria Ejecutiva del CELAM, Ana Bélgica Guichardo, presidenta de OCLACC, Alfredo Zepeda de Radio Huayacocotla de México y con la moderación de Pedro Sánchez, Secretario Ejecutivo de OCLACC.

Radialistas y comunicadores, desde la práctica, la Iglesia y la academia, analizarán el Postcristianismo que pone de relieve el "desencanto" con un tipo de religión o modo de vivir y practicar el cristianismo.
¿Por dónde empieza algo que pueda llamarse evangelización, o sea, una verdadera referencia al evangelio?, cuando en los pueblos indígenas y campesinos, en la sierra norte de Veracruz, "el contexto es el de la involución galopante de la iglesia eclesiástica, alejada de la gente, como otras instituciones, señaladamente las gubernamentales", advierte Alfredo Zepeda de Radio Huayacocotla de México.
"El desafío es descomunal", sostiene Zepeda, al ensayar la hipótesis de que "los enviados de la institución eclesiástica han hecho es una indoctrinación y no una evangelización".

Se requiere un cambio radical también en la visión del mundo, del ser humano, de Dios y de la religión, afirma Guillermo Valera, al referirse a la propuesta que hace unos años propuso el jesuita Vicente Santuc sobre el Postcristianismo al que denomina como un mundo post moderno y post religión.
Santuc a manera de desafío sugiere a todos los cristianos, estar dispuestos a la lógica del pluralismo: actitud ecuménica, vivir la fragmentación con actitud positiva, respeto por la singularidad de cada experiencia religiosa y actitud humilde respecto a nuestra condición de Iglesia "salvadora"; saber dar testimonio, individual y comunitariamente, transparentando de la mejor manera la presencia de Dios en nuestras vidas; vida comunitaria como un elemento clave de nuestra experiencia religiosa, convencidos de que su "amor se cumple en nosotros cuando nos amamos los unos a los otros".

Será clave entonces "ir a una purificación de la memoria, del lenguaje y del conocimiento teológico, superando las "verdades de la singularidad cristiana, redescubrir a Dios en el otro y en la experiencia espiritual de cada quien y construir el proyecto humano por aproximaciones, antes que producir verdades o conceptos", advierte Santuc.

En este contexto, la V Conferencia de Aparecida hace un dramático llamado a los miembros de la Iglesia Católica: "La Iglesia necesita una fuerte conmoción que le impida instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres del Continente (..)".

El tema es desafiante y está planteado, dice Pedro Sánchez, Secretario Ejecutivo de OCLACC, porque "la urgencia de repensar nuestras prácticas y modos de vivir el cristianismo, nos es exigido no sólo por nuestros obispos, sino sobretodo por la realidad de los cristos crucificados de nuestros tiempos, y a quienes muchas veces no los tomamos en cuenta".

CELAM

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