Posteriormente, el Obispo auxiliar de Santiago y Secretario General de la CECh, Mons. Cristián Contreras Villarroel, expuso una síntesis del aporte de las diócesis y otras instancias pastorales sobre los elementos a mantener, reforzar o incorporar en la pastoral, considerando también las últimas Orientaciones Pastorales.
Mons. Contreras planteó que una línea común en las Orientaciones Pastorales del Episcopado es la sensibilización de los católicos ante la situación de los pobres y excluidos. "Se trata de tantas situaciones de deshumanización que descubrimos a la luz de la contemplación del Evangelio y de la tradición espiritual más prístina de la Iglesia.
Aparecida nos vuelve a recordar los “rostros sufrientes” del Señor y nos vuelve a invitar a analizar también las causas estructurales de la pobreza, a reanimar la función profética cristiana, a defender y promover la vida y la dignidad de la persona humana", señaló el Secretario General de la CECh.
Recalcó que desde los aportes de las diócesis se quiere una Iglesia que sea viva, alegre, acogedora y activa, abierta a las nuevas realidades, misionera, cercana, servidora, abierta y solidaria con los más necesitados, postergados o excluidos. "Una Iglesia defensora de los débiles, que consuela y acompaña; servidora de la justicia, defensora de la dignidad de los más pobres servidora de la vida. Una comunidad eclesial sencilla, austera y servidora, al estilo de Jesús y su Madre María".
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