Sábado, 03 nov (RV).- Pasado el mediodía, Benedicto XVI ha recibido en la Sala Clementina del palacio Apostólico del Vaticano a los participantes en el Encuentro Internacional “Familias Nuevas” promovido por el Movimiento eclesial de los Focolares.
En su discurso, el Papa ha puesto precisamente de relieve este movimiento de las “Familias Nuevas”, nacido hace 40 años en el ámbito de los Focolares. Hoy forman una red de 800 mil familias que opera en 182 países de los cinco continentes, “todas ellas comprometidas en hacer de su casa un verdadero hogar que irradie en el mundo el testimonio de una vivencia familiar marcada por el Evangelio.
“Os ponéis al servicio del mundo de las familias -ha afirmado el Pontífice- con una acción pastoral importante y siempre actual, orientada según cuatro directrices: la espiritualidad, la educación, la sociabilidad y la solidaridad”.
El vuestro es “un compromiso de evangelización silencioso y profundo”, que quiere demostrar que “sólo la unidad familiar, don de Dios-Amor, puede convertir a la familia en verdadero nido de amor, en casa acogedora de la vida y en escuela de virtud y de valores cristianos para los hijos”. Ante tantos desafíos sociales y económicos, culturales y religiosos que la sociedad de hoy debe afrontar, “una obra como la vuestra -ha dicho el Papa- es providencial y constituye un signo de esperanza para las familias cristianas”.
El tema del encuentro “Una casa construida en la roca. El Evangelio vivido, respuesta a los problemas de la familia hoy” evidencia -ha señalado el Santo Padre- la importancia de este itinerario ascético y pastoral. El secreto está en vivir el Evangelio”. Porque “el Espíritu Santo -ha recordado Benedicto XVI- actúa en los corazones y en el entramado familiar, también incluso en situaciones complejas y difíciles”. Por eso el Papa ha deseado “que puedan encontrarse estrategias pastorales que ayuden a resolver las crecientes necesidades de la familia contemporánea y los múltiples desafíos que se le presentan para que no disminuya su misión y su papel peculiar en la Iglesia y en la sociedad”.
Según el proyecto divino, “la familia es un lugar sagrado y santificante”, -ha finalizado diciendo el Papa a los Focolares- y la Iglesia, siempre próxima a la institución familiar la apoya en esta misión. Y más todavía hoy, pues son muchas las amenazas que atenazan su equilibrio desde dentro y desde fuera de la familia. Es por eso que el Santo Padre ha exhortado a mirar con confianza “la humilde y santa Familia de Nazaret, imagen y modelo de toda familia humana” prototipo ejemplar para todas las familias humanas”.
Fuente: Ecclesia Digital
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