Manos Unidas, en nombre de la Iglesia nos invita a la reflexión y a la acción; son los dos objetivos que ya se fijó hace casi medio siglo: por una parte sensibilizar a la sociedad española sobre la situación de hambre y de injusticia en la que sobrevive más de media humanidad y por otra reunir fondos para financiar los cientos de proyectos – entre 700 y 800- que cada año pone en marcha en todos los países subdesarrollados. Es un trabajo contrastado, ingente y eficaz. Y lo hace en nombre de todos, especialmente en nombre de la Iglesia Católica, de la que forma parte como institución de ayuda al Tercer Mundo.
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