Lo digo de entrada y sin rodeos. A España no la está rescatando ni el Fondo Monetario Internacional, ni el Banco Central Europeo, ni la Unión Europea, ni los bancos de nuestro país, ni de ningún otro país. A España la están rescatando, de la crisis en la que estamos hundidos, los miles de gentes honradas que aún quedan entre nosotros. Los que tienen la suerte de poder trabajar cada día. Y cada día, como debe ser, van responsablemente a su trabajo y allí dan el callo, sin presumir de nada, y rindiendo lo que tienen que rendir. Como tiene que ser.
A España la están rescatando los jubilados (las abuelas y abuelos), que están sosteniendo y sacando adelante a los hijos y nietos, que están sufriendo las consecuencias del paro, la sobrecarga de las hipotecas, los muchos recibos y letras que llegan cada mes. Quitándose de la boca y de una vejez en paz, lo que habían podido juntar en tantos años de trabajo paciente y penalidades increíbles. Y así, con sus escasas pensiones y los pocos ahorros que habían ido guardando, van sacando adelante a los que, de no ser así, no podrían tirar de la vida.
La lista de los rescatadores se podría alargar. Pero no hace falta. Con lo dicho hay bastante para hacerse idea de que el rescate real de España no lo están haciendo ni los políticos ni los banqueros. ¿Cómo vamos a ser tan estúpidos como para creernos que quienes nos han metido de lleno en la crisis, para forrarse ellos con increíbles ganancias, ahora, siguiendo los mismos procedimientos, nos van a sacar de la crisis?
Yo me pregunto, muchas veces, cómo es posible que, estando como estamos y dándonos todos los días tantas explicaciones como nos dan, qué es lo que ocurre para que nadie nos explique qué es lo que realmente está pasando. ¿No será que los que nos lo tienen que explicar son los primeros responsables (por acción o por omisión) de que las cosas estén como están? ¿No será, por tanto, que, dando explicaciones de las que pocos son los que se enteran, la pura verdad es que no nos dicen lo que nos tendrían que decir? Por poner un ejemplo, ¿cómo se explica que los responsables de la trama Gürtel, que habían ido a la cárcel, están ya todos en la calle, al tiempo que el juez que los encausó lleve ya meses destituido? Y lo que es más extraño, ¿por qué no se nos dice claramente quién nos ha rescatado, de qué se nos ha rescatado y a qué precio tendremos que pagar el dichoso rescate?
Lo único que hay cierto es que vivimos asustados. Y lo curioso es que el miedo ha aumentado con el rescate. A más rescate, más miedo. Y bien sabemos que le miedo no es buen consejero. Normalmente, el que vive asustado lo paga caro. El Nobel de economía que ahora tanto se cita, Paul Krugman, ha publicado un libro sencillo y magistral, “¡Acabad ya con esta crisis!”. Lo que, dicho con otra palabra, significa: “¡Acabad ya con este miedo!”. Que es tanto como decir: !Que sí, que nos rescaten! Pero que nos rescaten a nosotros, no a los banqueros.
Atrio
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