Dedicados a trabajos audiovisuales sobre valores espirituales
BARCELONA, lunes, 12 noviembre 2007 (ZENIT.org).- Los premios «Pelícano» han sido entregados en su primera edición por el futuro cardenal de Barcelona, el arzobispo Lluís Martínez Sistach, quien ha alentado iniciativas que conecten el Evangelio con el mundo audiovisual.
En este certamen de cortometrajes promovido por varias entidades cristianas de Barcelona se premia con 1.500 euros cada uno a trabajos que incentiven la solidaridad, el desarrollo, la realidad juvenil y los valores espirituales.
Se han presentado más de 100 trabajos de 10 países.Los galardones del festival «Cortos con fondo», fueron entregados el pasado sábado en un colegio de los salesianos en Barcelona.
El sacerdote Peio Sánchez, impulsor del premio, cuenta a Zenit que «se han recibido propuestas tanto del mundo profesional como del amateur».Los temas han sido variados: desde la mujer maltratada («Bonsai»), los campos de trabajo de verano en el Tercer Mundo («Miradas» «Jóvenes en riesgo»), la vida de santos («El casal de Xavier», «El cuarto Rey Mago», «Fray Juan de la Cruz»), el duelo y la esperanza en el más allá («Una vida sin Vero» «El último adiós») y las relaciones de familia («Háblame bajito»).
El premio a la «Solidaridad» lo recibió el cortometraje «Buscadores» de Ana Monescillo. Se trata de un testimonio veraz de la lucha por la vida y la curación de un grupo de enfermos de sida que hablan de su historia y su mirada al futuro.
El premio a la «Realidad de los Jóvenes» recayó en «¿Por qué lo hago?» de Pablo Olmos. Se trata de una presentación de los motivos por los cuales un joven emplea sus veranos a la atención de enfermos de Alzeimer.
El premio a los valores espirituales fue entregado por el propio arzobispo Martínez Sistach a «El hombre feliz» de Lucina Gil. Este cortometraje «presenta en clave de humor cómo por lo menos hay un hombre feliz capaz de vivir sin todas la cosas que dicen que son indispensables para ser felices», explica el padre Sánchez.
El arzobispo Lluís Martínez Sistach animó a los directores de los cortometrajes presentes a seguir en la línea de «proponer los valores humanos y evangélicos».
El premio a la Cooperación al Desarrollo fue para «Mimoune» de Gonzalo Ballester. En ella se presenta el encuentro, tras tres años, de un emigrante Mimoune con su familia.
La ceremonia entregó dos menciones «Cortos con fondo» a dos documentales. El primero fue para «Cristina Kaufmann. Re-Crear les soletats» de Francesc Grané producido por Eulogos. Se trata de una entrevista a la carmelita descalza Cristina Kaufmann. El autor desveló que «el propio Juan Pablo II cuando vio la entrevista televisiva dijo que se trataba de «una mujer deDios».
El último galardón lo recibió Jordi Roigé por su documental dedicado al médico y beato «Pere Tarrés (1905-1950)» producido por Utopía Global.
La imagen del pelícano, que identifica los premios, está tomada de una escultura de la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia de Gaudí en Barcelona.
En el arte cristiano, el pelícano representa a Cristo que da la vida para salvar a la humanidad. Peio Sánchez, director de la Semana de Cine Espiritual de Barcelona, ha comentado a Zenit que «el pelícano es un buen modelo de entrega a los demás, pues este animal, como decía la tradición, se hiere el pecho en caso de necesidad para alimentar con su sangre a sus polluelos».
Más información en: http://www.curtsambfons.org .
No comments:
Post a Comment