Su Presidente, Mons. Pablo Lizama, manifiesta que la actual crisis económica constituye una buena oportunidad para repensar nuestras estructuras económicas y sociales, y avanzar hacia un desarrollo solidario y sustentable
En nombre de la Comisión Nacional de Pastoral de los Trabajadores de la Conferencia Episcopal de Chile, su Presidente, Mons. Pablo Lizama, Arzobispo de Antofagasta, envió un saludo cercano y agradecido a los trabajadores y trabajadoras del país, al conmemorarse la festividad de San José Obrero, en el Día Internacional del Trabajo.
Al situarse esta celebración en medio de una crisis económica internacional que comienza a manifestarse en nuestro país, especialmente en sus negativos efectos sobre el empleo, Mons. Lizama recuerda que la Iglesia, a través del Santo Padre y los Obispos de América Latina y de Chile, ha manifestado su preocupación por este escenario y ha entregado sus orientaciones, enfatizando la necesidad de que gobiernos y empresarios centren sus esfuerzos en la protección de las personas, las familias y las fuentes de trabajo.
En la perspectiva del reciente Mensaje de la 97ª Asamblea Plenaria del Episcopado, junto con valorar y promover el valor y la dignidad del trabajo y los trabajadores, Mons. Lizama recuerda que la Iglesia reconoce el trabajo digno como un derecho fundamental que la sociedad debe proteger, especialmente en situaciones difíciles como los que enfrenta el mundo hoy.
Agrega el Arzobispo que esta situación constituye una buena oportunidad para repensar nuestras estructuras económicas y sociales, y avanzar hacia un desarrollo solidario y sustentable. "Los trabajadores pueden hacer un gran aporte a este esfuerzo fortaleciendo sus organizaciones y participando activamente, en espíritu de colaboración con otros actores, en la construcción de un Chile mejor", sostiene.
Al mismo tiempo, manifiesta que la sociedad chilena necesita hoy, más que nunca, empresarios comprometidos con el país y sus trabajadores: "De todos depende que, como sociedad, podamos contribuir a una mirada optimista y esperanzadora, aun en medio de las dificultades propias de esta crisis. El solo hecho de valorar nuestras fuentes de trabajo, el esfuerzo por seguir formándonos en nuestros ámbitos, el aporte del buen ánimo en la convivencia cotidiana en el trabajo, por cierto son grandes pasos en la construcción de ambientes propicios para una vida laboral digna y amable".
Finalmente, el Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral de los Trabajadores invita a todos los cristianos y cristianas, en este tiempo de Misión Continental, a proclamar, también en los ambientes laborales, nuestro encuentro personal con Jesucristo y a seguir al Maestro.
El saludo concluye con un tributo agradecido a todos los hombres y mujeres mayores, ya retirados de la actividad laboral, que regalaron con generosidad su esfuerzo para engrandecer al país, y una palabra de esperanza para quienes hoy se encuentran sin trabajo. "Su situación nos compromete a todos a buscar sin descanso alternativas para que puedan ejercer su derecho al trabajo", finaliza el mensaje.
Fuente: Pastoral Social - Prensa CECh
Antofagasta, 30/04/2009
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