El 15 de abril, el Coliseo de Roma se iluminó para celebrar que Nuevo México se convirtió en marzo en el 15 estado de América al haber eliminado la condena de muerte.
El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, ha firmado un proyecto de ley para abolir la pena de muerte, sustituyéndola con la cadena perpetua sin posibilidad de reducción de pena.
En 2002 la Comunidad de San Egidio ha lanzado una iniciativa llamada “Jornada mundial de las ciudades por la vida” a la que se han unido 1.000 ciudades de 77 países, que para la ocasión iluminan un monumento como símbolo contra la pena de muerte.
Para el encendido extraordinario del Coliseo se unió a Roma una delegación de Nuevo México, que fue recibida en audiencia por Benedicto XVI, antes de encontrarse con la prensa de la Comunidad de San Egidio ante la Santa Sede.
Durante la conferencia el gobernador de Nuevo México ha confesado haber estado a favor de la pena capital pero cambió de idea para evitar que América continuara a estar entre las pocas democracias que la practican aún.
En segundo lugar, Richardson ha admitido haber visitado una prisión y reconoció que la vida en la cárcel es “peor que la muerte”. Para terminar, ha dicho estar convencido del hecho que en los últimos diez años en los Estados Unidos se han producido 130 errores judiciales.
Por su parte, el arzobispo de Santa Fe, monseñor Michael Sheehan, al responder a H2onews si es lícito o no rechazarle la comunión a un político que está a favor de la pena de muerte como les ha sucedido a algunos políticos a favor del aborto, dijo:
“No quiero llevar la Santa Comunión a una situación que podría hacerla parecer como una pena. No pienso que sea bueno hacer del sacramento de la Santa Comunión una arma para utilizar en un contexto político. Sería imprudente. Pienso, además, que el Vaticano no ha afrontado aún, de este modo a esos políticos que tienen un punto de vista distinto, y así deberíamos actuar también en Estados Unidos”.
Ver video de esta noticia, aquí
No comments:
Post a Comment