Friday, September 05, 2008

Meditando con los santos y beatos del día: S. JOSÉ HOANG LUONG CANH


Hoy, 05 de septiembre, la Iglesia conmemora el martirio de SAN PEDRO NJUYN-VAN-TU y SAN JOSÉ HOANG LUONG CANH, quienes murieran mártires el 5 de septiembre de 1838, en la localidad de Ninh-Tai, Tonquino, hoy Vietnam del Norte. Nativos de éste país, Pedro Tu fue sacerdote de la orden de predicadores y José Canh, médico cristiano. El Papa Juan Pablo II, en 1988, les proclamó Santos. Unidos, pues, a la Iglesia de Vietnam y a cuantos hacen con su fe sencilla un compromiso público de amor con Cristo, brindemos nuestro vivo aplauso a San Pedro Tú y José Canh.


Meditación

QUERIDOS HERMANOS: recordar vuestra vida es verlos jugando el riesgo de la fe al actuar cristianamente en su comunidad. José, tú como médico, por la solicitud y cariño en ejercer tu profesión, te ganas el aprecio de la población. Ya que no sólo te preocupas de la vida del cuerpo, sino también la de el alma. En muchas ocasiones, a los niños que encontrabas en peligro de muerte, antes que nada los bautizabas. Y fue precisamente por profesar abiertamente tu fe cristiana, que la situación se te fue haciendo difícil y peligrosa. Por eso decides mudarte a la localidad de Ninh-Tai, por ser más tranquila, pero cuando estás desembarcando, eres detenido y conducido en prisión. Aquí encuentras otros cristianos, futuros mártires también, y entre ellos, al sacerdote Pedro Tu, dominico. Las autoridades de Tonquino, siguiendo su costumbre, les exigen a todos apostatar de la fe y, como expresión visible de esto, pisotear un crucifijo. Ustedes se niegan a hacerlo. A tí José, dos soldados quieren forzarte a hacerlo, pero tú, a pesar de tu edad, con todas tus fuerzas retiras las piernas. El juez, molesto ante esto, les increpa: "Lo que quieren Uds. es morir, ¿verdad?" Sí, justamente, respondes tú José, eso es lo que quiero, y quiero hacerlo junto a este sacerdote. Ambos fueron decapitados, forma la más humillante de las ejecuciones en el Tonquino. La sangre derramada por ustedes ablandó la tierra en éste país, que aún hoy día continua dando frutos de fe


Radio Vaticano

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