Benedicto XVI y el Vaticano mantienen vivo el recuerdo de Juan Pablo II
RD/EFE
Jueves, 2 de abril 2009
Jueves, 2 de abril 2009
Benedicto XVI ofició hoy una misa por Juan Pablo II en el cuarto aniversario de su muerte, en la que resaltó que el Papa Wojtyla "jamás aceptó compromisos" cuando se trató de proclamar a Cristo y en la que advirtió del riesgo de que la sociedad actual reduzca el cristianismo a "eslogan o ideología".
Ante varios miles de personas, muchas de ellas venidas de Polonia para rendir homenaje a "Juan Pablo el Grande", como volvieron a llamarle, Benedicto XVI resaltó la figura de "su amado predecesor" en la jornada en la que hace cuatro años moría el Papa que dirigió la Iglesia católica durante 27 años y cuyo Pontificado ha sido hasta ahora el tercero más largo de la historia de la Iglesia.
"Juan Pablo II desde joven fue un intrépido y audaz defensor de Cristo. Por Él no dudo en gastar todas sus energías, no aceptó bajar a compromisos cuando se trataba de proclamar y defender su Verdad y desde el comienzo de su pontificado no tuvo miedo de proclamar que sólo Jesús es el verdadero salvador, liberador del hombre", afirmó.
El Obispo de Roma recordó el cariño que sentía Juan Pablo II por los jóvenes y destacó las numerosas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada y la cantidad de muchachos y muchachas que se convirtieron "gracia a sus rezos, ánimos, apoyo y ejemplo".
Benedicto XVI subrayó, en medio de los aplausos de los miles de fieles que llenaban la basílica de San Pedro, el "entusiasmo" que Juan Pablo II sabía infundir en las nuevas generaciones y dijo que su memoria es estímulo para todos".
Agregó que Juan Pablo II exhortó a adultos y jóvenes a "tomar en serio" la educación y que él ha querido seguir esa línea "hablando en numerosas ocasiones de la urgencia educativa que atañe hoy día a las familias, la iglesia, la sociedad y las nuevas generaciones".
Sabedor del afecto del Papa Wojtyla por los jóvenes, a la misa asistieron varios miles de muchachos, muchos de ellos españoles, para preparar la Jornada Mundial de la Juventud, que este año se celebra el próximo Domingo de Ramos a nivel diocesano y cuyo lema es "Hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente".
Los jóvenes españoles recibirán el Domingo de Ramos durante la ceremonia, que se celebrará en la plaza de San Pedro, la cruz de esas jornadas, que llevarán por varias partes del mundo hasta llegar a Madrid, donde en 2011 se celebrará la Jornada Mundial de la Juventud, a la que se espera asista el Papa.
"Queridos jóvenes, no se puede vivir sin esperanza. Ésta, no obstante, tiene que está anclada a una 'roca', Cristo, en cuyas manos resulta segura y de confianza", les dijo el Papa, que señaló que Juan Pablo II lograba comunicar una "fuerte carga de esperanza.
El anciano Pontífice, que el 16 de abril cumple 82 años, les puso en guardia, afirmando que "en el actual contexto social y cultural es fuerte el riesgo de reducir la esperanza cristiana a ideología, a eslogan de grupo, a una simple fachada, todo lo contrario de mensaje de Jesús, que no quiere que sus discípulos reciten una parte de esa esperanza, sino que sean oasis de esperanza para la sociedad".
Benedicto XVI les exhortó a que sigan siendo los "centinelas del mañana".
La misa fue concelebrada por numerosos cardenales, entre ellos el de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, el que fuera secretario personal de Juan Pablo II durante 39 años.
A la misma asistieron las monjas polacas, encabezadas por sor Tobiana, que cuidaron al Papa Wojtyla; el que fuera su médico personal, Renato Buzzonetti, y su portavoz durante más de 20 años, el español Joaquín Navarro Valls.
Ayer Benedicto XVI dijo que reza para la beatificación de Karol Wojtyla, cuya causa para llevarle a los altares está en marcha y, según fuentes de la Iglesia polaca, no se descarta que sea beatificado el 2 de abril de 2010.
El arzobispo Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, ha precisado que la causa procede "veloz", pero que se desconoce cuando será, eventualmente, beatificado.
El proceso de beatificación comenzó el 28 de junio de 2005, y la causa se abrió por expreso deseo de Benedicto XVI sin tener que esperar a que transcurran cinco años de la muerte, como establece el Código de Derecho Canónico.
La recopilación de la documentación relativa al caso (positio), ocupa unas dos mil páginas.
El cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, el que fuera secretario personal de Juan Pablo II durante 39 años, ofició hoy una misa en las Grutas Vaticanas con motivo del cuarto aniversario de la muerte del Papa Wojtyla, del que dijo fue un "excelso testimonio de Jesucristo y el Evangelio".
Don Stanislaw, como es conocido de su época de fiel secretario del Papa Wojtyla, ofició en un altar al lado de la tumba de Juan Pablo II, cercana a la de San Pedro, ante varios centenares de asistentes, muchos de ellos polacos venidos expresamente para rendir homenaje a "Juan Pablo el Grande", como hoy volvieron a llamarle.
A la misa asistió el cardenal secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, y unos 70 prelados.
Dziwisz agradeció a Juan Pablo II "todo lo que hizo" por la Iglesia y por Polonia Católica.
Hoy, jueves, Benedicto XVI celebra una misa en la basílica de San Pedro en sufragio por el alma de Juan Pablo II, a la que asistirán varios miles de jóvenes para preparar la Jornada Mundial de la Juventud de Domingo de Ramos, 5 de abril.
El miércoles, en la vigilia de hoy, jueves, cuando falleció Juan Pablo II, Benedicto XVI dijo que reza para la beatificación de su antecesor, cuya causa para llevarle a los altares está en marcha.
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