Pakitzapango, Complejo Madeira y Belo Monte. Estos son los nombres de las tres hidroeléctricas que amenazan los territorios y las comunidades indígenas de la región amazónica de Perú y de Brasil. Para protestar contra la construcción de los proyectos, tres indígenas de la Amazonia fueron esta semana a Europa. La idea es realizar protestas y manifestaciones en Oslo (Noruega), Ginebra (Suiza), París (Francia) y Londres (Inglaterra).
Los pueblos amazónicos están representados por los indígenas: Ruth Buendia Mestoquiari, indígena ashaninka de Perú; Sheyla Juruna, de la región Xingú, Pará, de Brasil; y Almir Suruí, de Rondonia, también de Brasil. Los tres participan, desde el lunes (21), en reuniones y actividades con autoridades y representantes de empresas y organizaciones de derechos humanos del continente europeo.
De acuerdo con Renata Pinheiro, integrante de la coordinación del Movimiento Xingú Vivo para Siempre, el objetivo de la misión es alertar sobre la situación de los indígenas afectados por las represas. Renata explica que, durante las actividades en los países visitados, la delegación intenta mostrar los daños causados por la construcción de las hidroeléctricas y alertar sobre los riesgos financieros de los proyectos. "La idea es hacer un contrapunto a lo que viene siendo presentado por el Gobierno”, se destaca.
Además, quieren ‘deconstruir una serie de argumentos presentados por el Gobierno Federal [brasilero]', como los siguientes: que si no se construye Belo Monte habrá un apagón en el país, y que las grandes hidroeléctricas son fuentes de energía limpia y barata. "Queremos mostrar cuál es el precio de la política energética que Brasil está queriendo imponer a Brasil y al mundo”, se resalta.
De acuerdo con informaciones de Survival International, el proyecto de la hidroeléctrica de Pakitzapango, en el río Ene (Perú), por ejemplo, inundará casi 100 mil hectáreas y afectará a más de 10 mil indígenas ashaninka. El proyecto costará cerca de 6.000 millones de dólares y se le otorgó su concesión sin informar o consultar a la población indígena afectada.
Situación parecida es la de Rondonia, en Brasil, con la construcción del complejo del Río Madeira, proyecto que prevé la construcción de cuatro represas hidroeléctricas. Dos de ellas, de Santo Antonio y Jirau, ya están en fase de construcción. Entre los impactos, se destacan: desplazamiento de indígenas y demás comunidades de la región, riesgo a la biodiversidad, pérdida del acceso a productos agrícolas y de extracción forestal, y problemas sociales asociados a la emigración masiva de personas en busca de empleo, como superpoblación y aumento de la violencia.
La usina de Belo Monte, en el río Xingú, Pará (Brasil), también es blanco de protestas. Según Survival, el proyecto desviará buena parte del curso del río Xingú, lo que provocará serios daños a las poblaciones que dependen del río. Además, se prevé la destrucción de más de 1.500 km cuadrados y el desplazamiento forzado de más de 20 mil personas, sin hablar de los 800 indígenas y miles de familias ribereñas afectadas.
Actividades
Los tres líderes indígenas están desde el día 19 en Europa para realizar actividades y manifestaciones contra los proyectos hidroeléctricos en la región de la Amazonia. El lunes (21) los indígenas fueron a Oslo (Noruega) a participar de un seminario para alertar a inversores sobre los riesgos de proyectos en la región Amazónica. Al día siguiente, se reunieron con representantes de empresas y del gobierno noruego para discutir sobre el papel del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) como financiador de los proyectos hidroeléctricos.
Hoy (23), la delegación está en Ginebra (Suiza) en una reunión con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y con el Relator Especial para Asuntos Indígenas de la ONU. Mañana (24), participarán en una sesión del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial.
El viernes (25), van a París (Francia) a reuniones con empresas que participan de consorcios de los proyectos hidroeléctricos de Brasil y Perú. Al día siguiente (26), también en la capital francesa, marcarán presencia en una manifestación contra las hidroeléctricas y la empresa Suez, una de las inversoras en los proyectos en América Latina. La movilización se realizará en la Plaza de los Derechos Humanos, a partir de las 12h (horario local).
El viaje hará su última parada en Londres (Inglaterra), donde la delegación se encontrará con integrantes del Parlamento y con representantes de las embajadas de Brasil y de Perú. El día 2, promoverán una manifestación frente a la oficina del BNDES.
Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com
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