Hoy, 28 de febrero, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo del BEATO DANIEL ALEJO BROTTIER, quien descansara en el Señor en un día como hoy del año 1936 en la ciudad de Auteuil, Francia. Oriundo en 1876 de Ferté-Eaint-Cyr, en Francia, fue sacerdote de la Congregación del Espíritu Santo y fundador de la Obra de los Huérfanos de Auteuil. En 1984 El Papa Juan Pablo II le dio el honor de los altares declarándolo Beato. Unidos, pues, a los religiosos del Espíritu Santo y a la Iglesia de Francia, brindemos nuestro devoto aplauso al Beato Daniel Alejo Brottier.
Meditación
QUERIDO BEATO DANIEL BROTTIER: Tu cuna se meció en una humilde y fervorosa familia cristiana. Desde pequeño te distinguiste por una piedad manifiesta y una devoción especial a la Virgen María y, poco a poco, en tu joven corazón fue aflorando un deseo sincero de consagrarte al servicio de Dios. Ingresas al seminario en donde luego de los estudios de filosofía y teología, recibes las órdenes sacerdotales. Como flamante sacerdote vas al colegio de Pontlevoy en donde te desempeñas como profesor. Pero tu corazón empezó a soñar con otra meta: las misiones. Este deseo fue cobrando cada vez más vida hasta que decides dar un paso nuevo y significativo: el día de Nuestra Señora de las Mercedes, ingresas a la congregación del Espíritu Santo, haciendo en ella tu consagración a Dios por medio de los votos religiosos. Y, muy pronto, tu deseo se cristalizó: partes a las misiones del Senegal en frica. Pero, lamentablemente, intervino un factor que tu no habías considerado: fuertes jaquecas te obligaron a regresar nuevamente a Francia. Sin embargo, frica ya había entrado con mucha fuerza en tu corazón que no dejo de latir con espíritu misionero y se las ingenió para seguir sirviendo a tu querida frica, fundando la obra del "Souvenir africano", siendo uno de sus frutos la construcción de la hermosa catedral de Dakar. Pero en 1914, estalla la primera guerra mundial, y sientes que tu puesto es estar ahora junto a los soldados, consolar a los heridos, asistir a los moribundos en el campo de batalla. Durante cuatro largos años te entregas a esta tarea con alma, vida y corazón. Más tarde fundas una nueva obra: "La Unión Nacional de combatientes" y, al mismo tiempo, "Los Huérfanos de Auteuil", que fue un signo de tu gran cariño por aquellos pequeños, a los que la guerra dejó sin nadie.
Radio del Vaticano
No comments:
Post a Comment