Hoy, 24 de febrero, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo de la BEATA JOSEFA NAVAL GIRBES, que muriera en un día como hoy del año 1893 en la ciudad de Algemesí, Valencia, España. Oriunda en 1820 de esta ciudad, fue laica que perteneció a la Asociación de San Vicente de Paúl. En 1988 el Papa Juan Pablo II le dio el honor de los altares declarándola beata. Unidos pues a todos los integrantes de la Asociación de San Vicente de Paúl, extendida en tantas partes del mundo, y a la Iglesia de Valencia, brindemos nuestro cálido homenaje a la Beata Josefa Naval Girbes.
Meditación
QUERIDA BEATA JOSEFA NAVAL GIRBES: Permítenos estar un momento contigo. Hija de una buena familia, recibes de tus padres una excelente educación, tanto por sus enseñanzas, como por el ejemplo de sus vidas. La semilla que ellos sembraron cayó en buena tierra. A los 18 años de edad, sientes el llamado de Dios para consagrarte a su servicio, el cual tuvo un eco positivo. Haces voto de castidad, y te dedicas con gran fervor a una vida de oración, actos de piedad y trabajo apostólico. La devoción a Nuestra Señora ocupó un lugar primordial en tu vida espiritual, junto con la devoción a la Santísima Trinidad. Tu vida se distinguió por la simplicidad, la pobreza evangélica, la piedad y el apostolado. A tus compañeras y amigas procuras siempre motivarlas a la práctica de las virtudes con el ejemplo de tu propia vida. Siguiendo las orientaciones de tu párroco, realizas con las jóvenes de la parroquia un fecundo apostolado. Abres para ellas un taller de bordados, en donde, no solo aprenden el arte de la costura, sino especialmente la práctica de la modestia, la piedad, y las virtudes cristianas. De carácter apacible pero de temperamento fuerte, siempre estuviste pronta a corregir los defectos de tus alumnas. Tuviste un don especial para sanar discordias entre las personas y las familias. Como integrante de la Asociación de San Vicente de Paúl, promueves campañas a favor de los necesitados. Pero tu salud, siempre delicada, fue para ti una fuente de santificación. Sufres diversas enfermedades, que con el tiempo se hicieron crónicas, pero que tú sabes sobrellevar con gran paciencia y siempre con el rostro sonriente. Beata Josefa Naval Girbes, gracias por el testimonio de tu vida, humilde y grande.
Radio Vaticano
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