El Arzobispo de Santiago presidió la misa del mediodía de este domingo 27 de febrero, en la catedral metropolitana, al cumplirse un año del terremoto y maremoto que afectaron gran parte del país.
El oficio religioso estuvo concelebrado por el padre Rodrigo Tupper, vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, y otros sacerdotes, y en él participó una gran cantidad de fieles que llenó el templo.
Abrir el corazón a la esperanza
En su homilía, monseñor Ricardo Ezzati recordó que a él le tocó vivir la tragedia de hace un año en Concepción junto a la gente y compartir su dolor. “Pero como pastor he tenido también la gracia del Señor de poder acompañar mis hermanos y hermanas abriéndoles el corazón a la esperanza, y ese abrir el corazón a la esperanza brota de la fe en la Palabra del Señor”, refiriéndose a los textos de la misa de este domingo: “Yo jamás me voy a olvidar de ti”, que Dios estará siempre con nosotros, “no solamente en los fenómenos de la naturaleza, sino sobre todo en aquellos terremotos interiores que muchas veces nos sacuden como personas o como grupos humanos”.
El amor da consistencia a la reconstrucción
Agregó que “si queremos de verdad reconstruir Chile, no debemos pensar solamente en su reconstrucción material, necesitamos algo más, algo más profundo, darle consistencia a nuestra reconstrucción”, cómo reconstruir “las estructuras de la persona y la sociedad”. Monseñor Ezzati dijo que “el templo más sagrado que Dios ha construido es la persona humana. Deberíamos preocuparnos en primer lugar no de la reconstrucción de los templos o de las estructuras materiales, sino de las personas”. Aseguró que “solamente con la solidaridad, con el amor, podemos construir un pueblo donde cada persona encuentra su espacio de honor que Dios le ha asignado, porque la gloria de Dios es la vida de los hombres, que los hombres vivan y que vivan con la dignidad de hijos de Dios”.
Buscar la santidad y la justicia por sobre lo externo
El Arzobispo de Santiago llamó a sacar de los textos de este domingo la fuerza y energía necesaria para dar en la vida testimonio cristiano y a ser más contemplativos, “porque la cultura contemporánea pareciera ser como un torbellino que nos impide ser contemplativos”, expresó. Dijo que estamos muy preocupados de comer bien y de vestirnos bien y que “cuando uno contempla algunos acontecimientos que la televisión exalta uno puede pensar "cuánta preocupación por una presentación que sea ostentosa". Jesús nos dice: ‘No se preocupen de todo eso, preocúpense sobre todo de construir el Reino de Dios en su corazón, porque todas esas cosas se les daré por añadidura. Es una invitación muy importante a preguntarnos dónde está nuestro corazón, qué cosas le dan a nuestra vida el valor que tiene, ¿son las exterioridades o la santidad y la justicia de nuestra vida?”. Pidió dar a las cosas materiales el lugar que les corresponde como dones de Dios, “pero nunca transformar en Dios lo que no es Dios”.
Conforme el llamado de la Conferencia Episcopal de rezar este domingo por los fallecidos en el terremoto y concretar la solidaridad con los damnificados, al término de la misa se efectuó una colecta especial para ir en ayuda de los jóvenes más vulnerables afectados por esa tragedia, con el fin de ayudarles en sus estudios.
Terminado el oficio religioso, monseñor Ricardo Ezzati despidió en la puerta de la catedral a cada uno de los feligreses, con un saludo cordial, bendiciéndoles y deseándoles un buen domingo.
Fuente DOP Santiago - http://www.iglesiadesantiago.cl/
Santiago, 27/02/2011
No comments:
Post a Comment