Wednesday, April 25, 2012

Chile: Monseñor Ezzati destaca protagonismo de los laicos en jornada arquidiocesana


Alrededor de 550 participantes congregó la Jornada Arquidiocesana de Laicos reunida en la Casa de Ejercicios de Punta de Tralca el fin de semana del 20, 21 y 22 de abril. Se trata de la jornada de mayor convocatoria que se ha realizado en los últimos años, como sostuvo Juan Carlos Gatica, secretario ejecutivo de la Vicaría General de Pastoral. “Hay un ambiente de mucha alegría y apertura a la reflexión respecto de la renovación parroquial y de la Misión Joven”, agregó.




La jornada se inició durante la tarde del viernes 20 de abril, cuando los laicos se congregaron en la Casa de Ejercicios del litoral central. Al día siguiente, monseñor Héctor Gallardo, Vicario General de Pastoral, dio el tema “Renovación de nuestra Iglesia: desafíos, esperanzas, tareas”. Luego los asistentes reflexionaron en grupos sobre estos tópicos y el resultado fue expuesto al Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati. 

“Fue un plenario muy hermoso, porque los que participaron, sobre todo los jóvenes, fueron capaces de acoger de forma muy madura y equilibrada lo que significa la renovación”, señaló monseñor Héctor Gallardo. Explicó que esta renovación tiene que ser entendida como una actitud de fidelidad a Jesucristo. “Renovarse significa ser fiel al Señor que quiere ponerse al servicio del hombre y de la mujer de hoy”, sostuvo. El otro elemento que acentuó es que la renovación implica una Iglesia “que se quiere hacer samaritana, servidora y acogedora de todos”, dijo. El vicario explicó que tras estas reflexiones hay una vivencia profunda de la fe y una petición expresa de comunión: la única forma en que la noticia del Señor sea creíble, es la comunión de toda la Iglesia, manifestó. 

Protagonismo de los laicos





“La Iglesia de Jesucristo vive, crece, es Buena Noticia incluso para aquellos que quisieran que la Iglesia no fuera Buena Noticia”, dijo el Arzobispo de Santiago lleno de alegría ante la asamblea de laicos. 

Introduciendo lo que sería su mensaje durante la Eucaristía del sábado por la tarde, monseñor Ezzati recordó el Evangelio de Lucas donde se relata el pasaje de los discípulos de Emaús. “Lo que deslumbró su vida no fue lo que iban conversando por el camino, sino lo que descubrieron cuando Jesús partió el pan”, explicó a los presentes. A partir de esa experiencia, los dos discípulos regresaron a Jerusalén para vivir el encuentro con los otros, tal como lo propone esta Jornada de laicos, indicó. Esto para destacar la experiencia de fe que vamos haciendo cuando Jesús nos parte el pan y la importancia de compartir la fe, dijo. “Justamente cuando compartimos esa experiencia en la comunidad de la Iglesia es cuando Jesús se hace nuevamente presente para reforzar nuestra fe”, explicó. 

El mal no tiene la última palabra





Luego el Arzobispo recordó el mensaje transmitido por el papa Benedicto XVI a los presidentes de los episcopados de Latinoamérica reunidos en México en el contexto de su reciente visita apostólica. Les dijo que conocía “muy bien cuáles son las dificultades de su caminar como Iglesia en el contexto de América Latina”, relató. Sabía que existen dificultades y enemigos de la Iglesia; sin embargo, “nunca el mal va a prevalecer sobre el bien”, les aseguró. “Desde que Jesús ha muerto y resucitado en la cruz ningún problema está sujeto a permanecer en el tiempo, siempre Dios abre caminos nuevos a la esperanza”, les dijo el Papa. “La última palabra no la tiene el mal, la tiene Jesucristo, el bien, la verdad y el amor”, agregó. 

También el Arzobispo destacó la misión del laico en la Iglesia rememorando las palabras de Su Santidad. “Los laicos no son colaboradores de la Iglesia, de la pastoral; los laicos son parte integrante y son corresponsables de la pastoral de la Iglesia”, enfatizó. “Me parece fundamental para la renovación de la Iglesia que podamos profundizar nuestra vocación. Los laicos no son colaboradores del párroco, no son colaboradores de la Iglesia, son Iglesia. Naturalmente esto significa responsabilidad y asumir lo que significa ser Iglesia, lo que significa encontrarse con la verdad de Jesucristo”, indicó. De la conciencia que niños, jóvenes, adultos y adultos mayores son Iglesia brotará el espíritu y la audacia que viene de lo alto, señaló. 





Finalmente dijo que servir a la Iglesia en tiempos difíciles, como los que estamos viviendo, es un privilegio, pues así también lo vivieron los primeros discípulos del Señor. “Es un privilegio porque justamente en la fragilidad es cuando aparece la fuerza salvadora de Jesucristo el Señor”, expresó. El Arzobispo dio las gracias a los presentes por su testimonio, por sentirse Iglesia peregrina, “por recordarnos que la fuerza está en el Resucitado y también muchas gracias por sentirse una Iglesia misionera”, concluyó. 

La Jornada de Laicos siguió con un trabajo en grupos, un plenario y la Eucaristía presidida por monseñor Ricardo Ezzati. El domingo 22 será el momento de profundizar acerca de la Misión Joven y reflexionar sobre “los principales desafíos para ir hacia los jóvenes más alejados”, sostuvo Juan Carlos Gatica. 



Testimonios
Lisette Cereña, egresada de Derecho en la Universidad de Chile, miembro de la pastoral universitaria:
 
“El desafío más importante planteado en esta jornada es renovar la Iglesia del Señor en las dificultades que se han presentado en el último tiempo. Hay que renovarla desde las bases, desde nosotros los laicos para así comprometer a más gente en la Iglesia. La Iglesia ofrece un amor incondicional, sin prejuicios, un amor de acogida y eso es lo que la gente necesita”.

Purísima Orellana, de la pastoral juvenil del Liceo José Domingo Cañas (Quilicura):
“Es un desafío enorme re-encantar a los jóvenes, llevarlos a la Iglesia, enseñarles para que comprendan la Palabra, mostrarles que Dios está presente en la Biblia y también en sus vidas. Es una tarea difícil porque los chiquillos tienen muchos problemas, sobre todo en el sector en el que trabaja el colegio. Es increíble que cuando se sienten escuchados se quieren incorporar a la pastoral. Hay que transmitir juventud y alegría. La Iglesia Católica es una Iglesia viva”. 

Sergio García de la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles (Las Condes)
“Nuestro principal desafío es desarrollar las cuatro dimensiones de la pastoral con el centro en Jesucristo y con un nuevo motor que es la juventud. Uniendo juventud y adultos, coordinándolos para que haya una comunicación verdadera creo que vamos a apuntalar esta rueda para que vaya directo hacia arriba, hacia el Padre. Queremos animar, acoger y avanzar directamente al Señor abriendo las puertas de la Iglesia. Esta jornada me alinea en la misión y me aporta espiritualidad y ánimo para afrontar el año”.

Rosa Aravena de la parroquia San Juan Bautista (La Granja)
“Me gustaría que hubiera mayor unión entre laicos y consagrados, que estemos de acuerdo. Me gustaría que nos escuchemos. Respecto a la participación de jóvenes el desafío es compartido con los mismos jóvenes. Acá yo me alimento cristianamente, porque uno escucha a distintas personas de diversas realidades de Santiago”. 

Fuente: DOP Santiago - www.iglesiadesantiago.cl 

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