Meditando con los santos y beatos del día: S. PEDRO DE SAN JOSÉ DE BETANCOUR y SAN MARCOS

Hoy, 25 de abril, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo de SAN PEDRO DE BETANCOURT, quien muriera en un día como hoy de 1667 en Guatemala. Nacido en Villaflor de Tenerife, Islas Canarias, España, en el año 1626, fue Terciario Franciscano y fundador de la Orden Betlemita. En el año 2002 el Papa Juan Pablo II lo declaró Santo, en una solemne ceremonia en la ciudad de Guatemala. Es reconocido como el primer alfabetizador de Guatemala. 

Hoy, también, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo de SAN MARCOS, quien muriera martirizado hacia el año 67 en Alejandría de Egipto. Fue el autor del segundo evangelio y las Iglesias Copta, Siria y Bizantina, desde muy antiguo lo veneran como santo. Sus reliquias fueron trasladadas a Venecia en el 836, y se veneran en la Basílica de San Marcos, meta de numerosas peregrinaciones. Desde entonces es también venerado en la Iglesia Occidental.

Meditación

QUERIDO SAN PEDRO DE BETANCOUR: te encontramos en el seno de una familia profundamente cristiana. A los 23 años abandonaste tu ciudad natal para dirigirte a América, lugar que el Señor te habia asignado para tu actividad misionera y, después de dos años, llegaste a Guatemala. Pero apenas desembarcas en esta tierra, una grave enfermedad te puso en contacto directo con los más pobres y necesitados. Tu corazón pronto quedo colmado por el dolor y el sufrimento que pululaba en Santiago de lo Caballeros. Despues de recuperar inesperadamente la salud, decides consagrarte completamente a Dios realizando estudios eclesiásticos, pero al no poder hacerlo, profesas como Terciario en la Orden Franciscana. Al comienzo te dedicaste por completo a la Iglesia del Calvario como custodio y sacristán. Esta se convirtió poco a poco, en el centro irradiador de tu caridad. Visitas hospitales, cárceles, las casas de los pobres emigrantes sin trabajo, ayudas a los adolescentes descarriados y sin instrucción. Tu, no tenías nada ni querias nada. Tu, hombre sin techo y sin pan, dabas de comer al hambriento y de beber al sediento. Todo lo que enseñabas correspondía con lo que vivías. A tu obra la llamaste "Belén", recordando la pobreza de la posada de Jesús y esta fue la base de lo que en un futuro sería la nueva orden religiosa de los Hermanos de Belén: los "Betlemitas", la primera orden nativa de América. A esto se agregan tus escritos espirituales, considerados actualmente "modernos". Serviste a Cristo en el projimo hasta los 41 años de edad, cuando gravemente enfermo, en el Hospital de Belén, exclamaste: "Esta es mi gloria". Radio Vaticano