San Pablo, Brasil (RD, Patricio Downes).- La Asociación Victoria en Cristo y el Cimeb (Consejo Interdenominacional de Ministros Evangélicos de Brasil) manifestaron su disconformidad contra el acuerdo entre Brasil y el VAticano, que crea el Estatuto Jurídico de la Iglesia Católica en Brasil. Hicieron un llamado para que el Congreso Nacional no apruebe el acuerdo. "Este acuerdo beneficia a la Iglesia Católica en la evangelización del pueblo brasileño en los diversos segementos de la sociedad, incluyendo hospitales, escuelas y fuerzas armadas", señaló el documento.
"Nuestra nación no puede firmar una alianza con cualquier credo religioso, hiriendo el principio de laicidad, inclusive con la quiebra de la isonomía nacional. Aproximadamente 70 millones de brasileños, que no son católicos, están siendo discriminados. Tenemos la convicción de que la mayoría del pueblo católico no concuerda con un absurdo de este tamaño, porque son personas democráticas", agregó.
La CNBB niega que el acuerdo entre Brasil y el Vaticano beneficie a la Iglesia Católica, mientras que la Comisión Nacional de Derechos Humanos de la AMBA (Asociación de los Magistrados Brasileños) critica la aprobación realizada por el Congreso Nacional de ese acuerdo. Esto ocurrió la semana pasada en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, pero aun falta su tratamiento en otras comisiones del Congreso.
El relator del texto, diputado Bonifácio de Andrada (PSDB-MG), afirmó que el acuerdo no hiere la Constitución Nacional, y enfatiza la necesidad de relaciones interncionales con todos los pueblos y admite la aproximación con todas las religiones.
Compuesto por 20 artículos, el acuerdo fue firmado entre Brasil y el Vaticano en 2008, durante una visita del presidente Luis Inacio Lula Da Silva a la Santa Sede, y luego sometido al Congreso. El texto estabelece normas, entre otros asuntos, sobre la enseñanza religiosa en las escuelas, el casamiento, la inmunidad tributaria para las entidades eclesiásticas, la prestación de asistencia espiritual en presidios y hospitales, la garantía del secreto del oficio de los sacerdotes, y la visa para extranjeros que vengan a Brasil a realizar actividades pastorales.
El acuerdo también refuerza el vínculo no laboral entre los religiosos y las instituciones católicas, ratificando reglas ya existentes.
Según la queja de los evangélicos, la aprobación de este acuerdo dará a la Santa Sede, por medio de la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil por su sigla en portugués) "plenas condiciones de cerrar acuerdos con el gobierno brasileño, sin que jamás tengan que pasar por el Congreso Nacional". "Es un verdadero 'cheque en blanco' para la Iglesia Católica. ¡Esto es una vergüenza¡", sostuvieron Victoria en Cristo y el Cimeb en su comunicado.
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