Vale, jugamos a que esta era mi casa,
por aquí era la puerta, y estas piedras eran las escaleras, que subían al piso de arriba, desde donde se veía el mar, las olas, la playa; y jugamos a que yo tenía una fuente en casa, y tenía agua cuando quería, sin tener que ir al pozo, y te daba agua cuando me visitabas, y lo pasábamos bien, y comíamos juntos, porque había mucho arroz, y mucho pan, y papá y mamá estaban siempre sonriendo; y jugamos a que yo me ponía esta máscara en la cabeza, y sólo veía dónde pongo el pie en el siguiente paso, y no veía más, no veía que no hay casa, ni puerta, ni escaleras, ni mar, ni playa, ni olas, ni fuente, ni agua, ni arroz, ni pan, ni papá, ni mamá...
pastoralsj
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