Un grupo católico laico irlandés hará una vigilia silenciosa el 29 de abril para expresar solidaridad para con los sacerdotes irlandeses que han sido «silenciados» por el Vaticano, y para pedir la revocación de estas medidas disciplinarias
GERARD O’CONNELLROMA
Un grupo católico laico irlandés, We are Church Ireland (Nosotros somos la Iglesia Irlanda), está organizando una vigilia silenciosa en las puertas de la nunciatura de la Santa Sede en Dublín para la tarde del domingo 29 de abril para protestar contra el silenciamiento de varios sacerdotes irlandeses por parte del Vaticano en los últimos dos años. El grupo pide la revocación de las medidas disciplinarias contra los sacerdotes y la apertura al diálogo.
«Estamos muy enojados y verdaderamente estupefactos por el modo en que han sido tratados los sacerdotes, y queremos expresar solidaridad para con nuestros sacerdotes silenciados», declaró a Vatican Insider Brendan Butler, el portavoz del grupo. Butler dijo que muchas mujeres religiosas en Irlanda están apoyando la iniciativa.
El grupo, que cuenta con 200 miembros en todo el país, ha tomado como blanco la nunciatura en Dublín por dos motivos, explicó Butler. El primero es que es el Vaticano el que ordenó el silenciamiento de los sacerdotes. El segundo es que el nuevo nuncio papal, el arzobispo Charles Brown, trabajó en la sección doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) desde 1994 hasta su llegada a Dublín «y, por lo tanto, es probable que haya estado involucrado y, ciertamente, debe haber estado al tanto de lo que estaba pasando», dijo.
Según afirmó Butler, el grupo quiere entregar una carta al nuncio el domingo pidiendo el levantamiento de las medidas disciplinarias y la apertura a un verdadero diálogo.
En la vigilia, los protestantes llevarán mordazas pintadas con los colores blanco y amarillo del Vaticano para simbolizar la acción tomada por la CDF contra los cuatro sacerdotes que se presentan a continuación, y otros que han pedido que su nombre no fuera dado a conocer:
· Sean Fagan (84), sacerdote marista y conocido teólogo moral que se metió en problemas por primera vez en el 2004 y fue oficialmente silenciado el 1 de marzo del 2010 por algunos de sus escritos. Butler explicó que, debido al voto de obediencia, el sacerdote se vio obligado formalmente a no publicar ni hablar sobre sus opiniones, y que se le dijo que si informaba a los medios perdería sus facultades sacerdotales y sería echado de la Orden Marista. «La vida del padre Sean se vio destrozada por esta experiencia; sufrió mucho y su salud se deterioró», agregó Butler.
· Owen O'Sullivan, un capuchino, se metió en problemas con la CDF a principios del 2011 debido a un artículo publicado en The Furrow, una publicación católica irlandesa, en el que pedía una actitud más tolerante hacia la homosexualidad y cuestionaba las enseñanzas de la Iglesia en este ámbito. Ahora debe entregar todos sus escritos a un censor antes de la publicación, según la periodista irlandesa Sarah Mac Donald, quien lo entrevistó para The Universe, un semanario católico británico.
· Tony Flannery, redentorista y fundador de la Asociación para los Sacerdotes Irlandeses y popular líder de retiros espirituales, fue silenciado en marzo del 2012 por expresarse a favor de la ordenación de las mujeres, los sacerdotes casados y un cambio en la posición de la Iglesia sobre el control de natalidad. El año pasado, apoyó el ataque del primer ministro irlandés al Vaticano por su incapacidad de responder adecuadamente al abuso sexual de menores por parte de sacerdotes.
· Gery Moloney, el redentorista editor de la revista Reality, se metió en problemas con la CDF en marzo del 2012 por publicar artículos no ortodoxos desde un punto de vista teológico. Ahora no puede escribir sobre temas como la ordenación de las mujeres, el casamiento para los sacerdotes y la homosexualidad, y debe enviar los artículos de la revista a un censor antes de la publicación.
We are Church Ireland ha criticado la falta de un debido proceso y el secreto en el tratamiento que la CDF ha dado a estos casos, y dijo que este modo de actuar «es inaceptable en nuestros tiempos».
El grupo laico no ha dado a conocer los nombres de otros sacerdotes que han sido silenciados, a pedido de los mismos sacerdotes, informó Butler.
El 26 de abril, sin embargo, un quinto nombre fue revelado: el del padre Brian D'Arcy (67), miembro de la Orden de los Pasionistas y conocido sacerdote periodista irlandés. El padre D'Arcy fue «censurado» por la CDF por cuatro artículos que había escrito, según informó Sarah Mac Donald en The Tablet, un semanario católico británico. Este miembro vitalicio de la Unión Nacional Irlandesa de Periodistas ahora debe enviar sus escritos y los textos de sus transmisiones radiales sobre temas concernientes a la doctrina y a la moral católicas a un censor antes de su publicación, comentó Mac Donald.
En todos los casos anteriores, la práctica adoptada por la CDF ha seguido el Código del Derecho Canónico de 1983 y las normas de la CDF de 1997 para tratar errores de opiniones heterodoxas con respecto a la doctrina y a la moral católicas. Así, el prefecto de la CDF, cardenal William Levada, transmite sus inquietudes al líder de la orden religiosa a la que pertenece el sacerdote en cuestión y da instrucciones sobre cómo actuar con el clérigo ofensor. Durante el proceso, se insiste sobre el mantenimiento de la confidencialidad, y el líder de la orden debe enviar informes para asegurar que el caso ha sido resuelto.
Queda claro que la CDF, que «tiene la función de promover y salvaguardar la doctrina de la fe y la moral en todo el mundo católico», ha identificado errores u opiniones contrarias a la fe en los escritos o las afirmaciones de estos sacerdotes irlandeses. La campaña de la CDF comenzó en el 2010, si no antes, cuando el escándalo del abuso sexual de menores por parte de sacerdotes y el rol del Vaticano en el tratamiento del mismo llegaba a los titulares en Irlanda.
El resumen de los resultados de la visita apostólica enviada por el papa Benedicto XVI a Irlanda en el 2011, cuando estalló el escándalo del abuso sexual, también informó acerca de la existencia de «opiniones teológicas» entre sacerdotes, religiosos y laicos que «no concordaban» con la enseñanza católica y «disentían» de ella. Decía que «esta grave situación requiere particular atención».
Cuando esos resultados fueron publicados el 20 de marzo, la campaña derrumbe de la CDF ya estaba en marcha. Fuentes dicen que muchos en Irlanda —sacerdotes, religiosos y laicos— cuestionan la sabiduría de este abordaje en un momento tan delicado en la historia de la Iglesia irlandesa. Hablando en nombre de We are Church Ireland, Butler dijo aVatican Insider: «No estamos buscando crear otra Iglesia, solo queremos dialogar».
Vatican Insider
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