Entonces Pedro le dijo: "Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte". Y Jesús contestó: "En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna. Entonces muchos que ahora son primeros serán últimos, y los que son ahora últimos serán primeros".
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Lo que Dios nos ofrece, y lo que Jesús ofrece a sus discípulos, es un regalo de Dios, no un derecho nuestro.
Cualquiera que sea el lugar que pensamos tener con Dios, será Dios el que lo dará.
En otras oportunidades Él promete el maravilloso regalo de su amor para todos.
Quizás ser el primero o el último será lo mismo, y somos sólo los humanos que hablamos con estas palabras!
En tu oración, agradece que todos nosotros pertenecemos a Dios.
Espacio Sagrado
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